Ya es oficial, 2035 supondrá el fin de las ventas de los coches de gasoil y gasolina (y, por lo tanto, a los híbridos, que en España suponen ya el 91% de los modelos con energías alternativas vendidos en 2022). Así lo han acorado el Parlamento y el Consejo Europeo tras terminar la primera negociación del paquete medioambiental de la UE o “fit for 55”, con lo que la UE busca reducir las emisiones al 55% de aquí a 2030, con el objetivo de lograr el 100% para 2050. Pero ojo, porque aquí no acaba la cosa y es que, los ciudadanos que no puedan cambiar el coche viejo y mantengan sus automóviles de gasolina o diésel deberán pagar más por ellos. No cabe duda de que esta medida es muy fácil de tomar por quien cobra 9.386,29€ al mes (diputado europeo) y es que, dejando al margen la autonomía y de los tiempos de recarga, si bien es cierto que el mantenimiento y el consumo (a día de hoy) de un coche eléctrico es más barato que el de un coche de combustión, lo que no cabe duda es que, un coche eléctrico no sólo es bastante más caro, sino que, por el mismo precio, te puedes comprar un coche con motor de combustión interna de un segmento superior.
Pero aquí no acaban los problemas y es que, según reconoce la UE, se prevé que al menos 30 millones de vehículos eléctricos de emisiones cero circulen por las carreteras de la UE para 2030 con la consiguiente reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, pero a cambio, sus baterías supondrán un inconveniente perjudicial para el medio ambiente. Si trasladamos esto a España, resulta que, según la UE, España sale muy mal parada en su informe sobre el reciclaje de baterías por países, pues se sitúa en la posición número 18 de la UE
Otro dato curioso de los vehículos eléctricos es sin duda el tema de sus baterías. Para empezar, la producción del litio (el petróleo del futuro o, el oro blanco como se le conoce), se ha duplicado entre 2016 y 2020 hasta alcanzar las 82,000 toneladas y va camino de convertirse en uno de los elementos más demandados del mundo. Pues bien, resulta que su extracción es intensiva en energía y además, consume grandes cantidades de agua, a lo que hay que añadir el uso de químico, por lo tanto, estamos hablando de un proceso es poco respetuoso con el medio ambiente. Por otro lado ¿quién es el principal fabricante de baterías de iones de litio?, pues mira por donde, resulta que es China, que tiene nada más y nada menos que el 80% de toda la capacidad de fabricación de celdas de batería en la actualidad, y se espera que la capacidad se duplique a más de dos teravatios-hora, capacidad suficiente para más de 20 millones de vehículos eléctricos (EV), en los próximos cinco años, país que no sólo es el más contaminante del mundo, sino que además, no está en la cumbre del clima COP27 que está teniendo lugar en Egipto, país que por cierto, es la segunda nación que más CO2 emite del continente africano, solo por detrás de Sudáfrica. Otro dato a tener en cuanta de esta cumbre y que pone de manifiesto su hipocresía, es que asistirán unos 40.000 delegados, entre los que se incluyen más de un centenar de jefes de Estado y de Gobierno que llegarán en 130 aviones presidenciales, la única manera de llegar a Sharm el Sheikh, una ciudad balneario repleta de piscinas, y que cuenta con un gigantesco resort formado por lagunas artificiales, las cuales suman un total de 100 hectáreas de agua cristalina en mitad del desierto y, para surtir esta enorme cantidad de agua, la ciudad se vale del empleo de desalinizadoras que generan un alto impacto ambiental.
No cabe duda de que esta medida es muy fácil de tomar por quien cobra 9.386,29€ al mes (diputado europeo) y es que, dejando al margen la autonomía y de los tiempos de recarga, si bien es cierto que el mantenimiento y el consumo (a día de hoy) de un coche eléctrico es más barato que el de un coche de combustión, lo que no cabe duda es que, un coche eléctrico no sólo es bastante más caro, sino que, por el mismo precio, te puedes comprar un coche con motor de combustión interna de un segmento superior
Pero aquí no acaban los problemas y es que, según reconoce la UE, se prevé que al menos 30 millones de vehículos eléctricos de emisiones cero circulen por las carreteras de la UE para 2030 con la consiguiente reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, pero a cambio, sus baterías supondrán un inconveniente perjudicial para el medio ambiente. Si trasladamos esto a España, resulta que, según la UE, España sale muy mal parada en su informe sobre el reciclaje de baterías por países, pues se sitúa en la posición número 18 de la UE. Al problema del reciclaje de las baterías, hay que añadir su precio y es que, si uno se compra un coche eléctrico y tiene un problema con la batería de su coche fuera de la garantía, el precio de su sustitución puede llegar incluso a ser más caro que el del coche. Pero tranquilos, que la intervención de la UE no termina con el tema de coches, también se ha metido con las televisiones, concretamente con las de 8K, cuya venta ha prohibido a partir del año que viene, alegando que ningún modelo cumple con los requisitos energéticos fijados por los reguladores europeos. Puesto a regular, la UE también le ha metido mano a las botellas de plástico y a los briks, concretamente, a sus tapones y es que, en base a la nueva Ley Europea de Residuos, que entrará en vigor en julio del año 2024, los envases de un solo uso para recipientes de bebidas deben utilizar un modelo en el que las tapas y los tapones permanezcan unidos…