Ursula Gertrud von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha anunciado que la Unión Europa va a abrir una investigación contra China por las ayudas ilegales que concede a la producción de vehículos eléctricos, ya que lo considera una “práctica desleal” que distorsiona el mercado de la Unión Europea. Gracias a estas ayudas, hay una diferencia de precio medio del 20% entre los coches eléctricos fabricados en China y sus equivalentes fabricados en la UE. Así pues, no es de extrañar que la Comisión haya calculado que las marcas chinas como BYD, Nio y Xpeng ya han captado el 8% del mercado europeo de coches eléctricos, frente al 4% en 2021, y podrían llegar al 15% en 2025 si se mantiene la tendencia. Mientras tanto, Volkswagen ha reducido la producción de varios modelos de coches eléctricos en dos plantas de Alemania debido a la caída de la demanda europea y así, por ejemplo, el Volkswagen ID.3 y, el Cupra Born recortarán sus envíos desde la fábrica alemana de Zwickay, mientas que el ID.3 que se fabrica en la planta de Dresde, detendrá su producción durante las dos primeras semanas de octubre. Como es de suponer, los fabricantes chinos y, sobre todo el gobernó chino deben estar muy preocupados ante esta investigación y sus consecuencias (irónicamente hablando claro), menos mal que rápidamente Ursula Gertrud von der Leyen se ha apresurado a matizar que “es vital mantener abiertas las líneas de comunicación y diálogo con China porque también hay temas en los que ambos actores pueden y deben cooperar”. Uno de estos temas debe ser sin duda las baterías chinas que alimentan la mayoría de los coches europeos, pues hay que recordar que China ocupa una posición dominante en las materias primas necesarias para fabricar baterías.
Por cierto, a pesar de que la movilidad sostenible es una de las puntas de lanza políticas e ideológicas del actual gobierno en funciones, ninguno de los actuales ministros en funciones tiene un coche eléctrico privado. Mientas tanto los ciudadanos de a pie, estamos viendo como la Ley de Cambio Climático obliga a muchas ciudades a implantar zonas de bajas emisiones (ZBE) con limitaciones al tráfico, por muchas de las cuales no podrían circular los ministros con sus actuales coches particulares
Mientras tanto ¿qué está pasando en realidad en el mercado? Para empezar, en la última década el precio de los vehículos se ha encarecido en más de un 50% y así, frente a los 15.600 euros de media que costaban, han pasado a costar de media 23.613 euros el pasado mes de agosto. Así pues, no es de extrañar que la edad media del parque automovilístico español no pare de aumentar y actualmente esté en torno a los 14 años. Mientas tanto, Europa nos obliga a tener que dejar nuestros coches de combustión interna por uno eléctrico por motivos ecológicos con la excusa del cambio climático, resulta que Rusia y, especialmente China llevan años disparando las emisiones. Así, mientras que Rusia ha elevado sus emisiones hasta las 1.942.535 Mt en 2021, frente a las 1.673.218 Mt del año 2000, China ha multiplicado por cuatro su cifra hasta llegar a 12.466.316 Mt en 2021 frente a las 3.703.340 en 2000. España, por ejemplo, ha pasado de las 314.707 Mt de 2000 a las 231.914 Mt en 2021, tendencia que han seguido países como Francia, Italia o Alemania.
Por último, si en febrero de 2022 comenzó la guerra de Ucrania, partir de la cual el Gobierno se ha escudado para explicar la evolución al alza de la inflación (el IPC de septiembre subió nueve décimas y se situó en el 3,5%, mientras que la subyacente está en el 5,8%), ahora ha estalla otro conflicto, esta vez en Oriente Medio que pude afectar al precio de la gasolina. De momento ya ha provocado una subida de los futuros del barril de Brent, que ya estaban bastante tensionados tras los recortes de producción de Rusia y Arabia Saudí
De momento cuatro empresas alemanas del sector de los combustibles han decidido llevar a los tribunales la decisión de la Unión Europea en la pasada primavera de prohibir la venta de turismos con motor de combustión (incluidos los híbridos o, los vehículos de motor de combustión que circulen con combustibles sintéticos) a partir de 2035. Pero ¿qué consecuencias está teniendo este falso ecologismo? De momento, se está traduciendo en la extracción masiva de minerales debido a que las nuevas tecnologías como el coche eléctrico, requieren más cantidad de estas materias primas. Por cierto, a pesar de que la movilidad sostenible es una de las puntas de lanza políticas e ideológicas del actual gobierno en funciones, ninguno de los actuales ministros en funciones tiene un coche eléctrico privado. Mientas tanto los ciudadanos de a pie, estamos viendo como la Ley de Cambio Climático obliga a muchas ciudades a implantar zonas de bajas emisiones (ZBE) con limitaciones al tráfico, por muchas de las cuales no podrían circular los ministros con sus actuales coches particulares.
Ursula Gertrud von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha anunciado que la Unión Europa va a abrir una investigación contra China por las ayudas ilegales que concede a la producción de vehículos eléctricos, ya que lo considera una “práctica desleal” que distorsiona el mercado de la Unión Europea. Gracias a estas ayudas, hay una diferencia de precio medio del 20% entre los coches eléctricos fabricados en China y sus equivalentes fabricados en la UE
Por último, si en febrero de 2022 comenzó la guerra de Ucrania, partir de la cual el Gobierno se ha escudado para explicar la evolución al alza de la inflación (el IPC de septiembre subió nueve décimas y se situó en el 3,5%, mientras que la subyacente está en el 5,8%), ahora ha estalla otro conflicto, esta vez en Oriente Medio que pude afectar al precio de la gasolina. De momento ya ha provocado una subida de los futuros del barril de Brent, que ya estaban bastante tensionados tras los recortes de producción de Rusia y Arabia Saudí. Esperemos que, como decían en la película “Shakespeare in love” cuando todo apuntaba al desastre, Philip Henslove le decía a Shakespeare que todo iba a salir bien, a lo que Shakespeare le preguntaba que cómo y ése le contestaba que no sabía, que era un misterio. Pues eso, confiemos en que todo salga bien…