Nissan lanzó el Leaf, su primer vehículo enteramente eléctrico, hace toda una eternidad: en Estados Unidos y Japón, nada menos que en diciembre de 2010. Ahora está recogiendo los frutos de aquel trabajo pionero y aprovechando también su experiencia en Sport Utility Vehicles (SUV), adquirida con el diseño y comercialización del Qashqai y del Juke. Si este último modelo revolucionó la estética de los coches musculosos pequeños, algo parecido empieza a suceder ahora con el Ariya entre los SUV de tamaño mediano y grande. Es imposible no ser todo un acontecimiento llevando delante ese descomunal frontal negro brillante en el que es posible hasta peinarse porque uno se refleja. A partir de ahí, todo es marca de la casa, empezando por las líneas laterales que fluyen delicadamente para caer por la parte trasera. Estamos hablando de minimalismo japonés, de una tendencia de estilo que se extiende al interior del vehículo, casi revolucionario. Como mínimo, el Ariya es muy moderno, pero digo casi revolucionario porque, adentro, todo parece nuevo, empezando por los pulsadores de la calefacción y el aire acondicionado, fabricados en liso pero con una pequeña respuesta táctil que nos dice “Sí, me he enterado de que me has pulsado”. Debería ser obligatorio en automoción que los mandos para las funciones más habituales (la radio, el aire…) se construyeran en tres dimensiones para que el conductor los localizase sin desviar la vista.
El maletero es de 468 litros para las versiones de tracción delantera. Las variantes e-4ORCE llevan un segundo motor destinado a la propulsión del eje trasero y su presencia reduce la capacidad del portaequipajes a 415 litros. e-4ORCE, escrito así, es la más avanzada tecnología de tracción total de Nissan, que permite gestionar la potencia entregada por el motor a cada una de las cuatro ruedas motrices de manera individual, obteniendo así un control absoluto sobre la estabilidad del vehículo en carretera
Sentados detrás tendremos espacio para las piernas que permitirán viajar con comodidad a viajeros de elevada estatura, que delante probablemente no irán tan sobrados de sitio, pero tampoco incómodos. Lo que ocurre es que, en realidad, la parte trasera es un palacete. El puesto central es bastante cómodo gracias al suelo plano. Detrás hay tomas USB para cargar teléfonos, hay salidas de ventilación y asientos con calefacción. Sin duda un modelo que puede usarse tranquilamente como vehículo familiar. El coche no permite al conductor variar el nivel de retención y, con ello, el de velocidad de recarga, aunque sí tiene posición B del cambio y función e-Pedal. Lo primero significa mayor retención respecto a la posición D y lo segundo acostumbrarse a un mundo nuevo. Por si todavía no ha conducido usted un eléctrico, la posibilidad de conducir con un único pedal (e-Pedal) significa que para decelerar no se frena, sino que simplemente se levanta el pie derecho del acelerador. Solamente se frena en caso de necesidad por emergencia. En general, la conducción ecológica y la segura coinciden y se parecen mucho, pero en caso de peligro prevalece, lógicamente, la segunda. Con la función e-Pedal, el pedal derecho se convierte simultáneamente en acelerador y freno y nos ayuda a “repescar” un montón de energía eléctrica que, si no, sencillamente se habría evaporado en la frenada.
Con el Ariya de 63 kilowatios (hay otro de 87), llegué a recorrer 351 kilómetros con una sola carga haciendo del coche un uso muy tranquilo y realmente ecológico, pero la marca ha logrado homologar una autonomía WLTP de 404 kilómetros. Cada eléctrico que probamos nos sorprende más el esfuerzo que los fabricantes hacen por convertirlos en utilizables y disfrutables, pero no olvidemos que Nissan fue una de las pioneras
Portada » Nissan Ariya 63 Kw, el futuro ya está aquí
El maletero es de 468 litros para las versiones de tracción delantera. Las variantes e-4ORCE llevan un segundo motor destinado a la propulsión del eje trasero y su presencia reduce la capacidad del portaequipajes a 415 litros. e-4ORCE, escrito así, es la más avanzada tecnología de tracción total de Nissan, que permite gestionar la potencia entregada por el motor a cada una de las cuatro ruedas motrices de manera individual, obteniendo así un control absoluto sobre la estabilidad del vehículo en carretera. Con el Ariya de 63 kilowatios (hay otro de 87), llegué a recorrer 351 kilómetros con una sola carga haciendo del coche un uso muy tranquilo y realmente ecológico, pero la marca ha logrado homologar una autonomía WLTP de 404 kilómetros. Cada eléctrico que probamos nos sorprende más el esfuerzo que los fabricantes hacen por convertirlos en utilizables y disfrutables, pero no olvidemos que Nissan fue una de las pioneras. Y no dejemos sin destacar un hecho reseñable para los apasionados de la electrificación deportiva: hay un Ariya que rinde 394 caballos.
Nissan lanzó el Leaf, su primer vehículo enteramente eléctrico, hace toda una eternidad: en Estados Unidos y Japón, nada menos que en diciembre de 2010. Ahora está recogiendo los frutos de aquel trabajo pionero y aprovechando también su experiencia en Sport Utility Vehicles (SUV), adquirida con el diseño y comercialización del Qashqai y del Juke. Si este último modelo revolucionó la estética de los coches musculosos pequeños, algo parecido empieza a suceder ahora con el Ariya entre los SUV de tamaño mediano y grande