Pese a la entrada en vigor de la rebaja de 20 céntimos por litro de carburante, que no ha evitado tener el precio de la gasolina más elevado que nunca, durante la pasada Semana Santa, la DGT informó que se produjeron 15,8 millones de desplazamientos de largo recorrido, la cifra más alta en una operación especial de Semana Santa desde que se tienen registros (2008). De hecho, sólo el RACE ha informado de que atendió en carretera un 25% más de automovilistas que en la campaña de 2019. Esta cifra ha puesto de manifiesto la vuelta a la normalidad después de dos años en los que debido al Covid-19, la Semana Santa estuvo condicionada por los confinamientos y por las restricciones de movilidad, pero también ha supuesto que abril haya cerrado con un total de 99 fallecidos (29 sólo durante la Semana Santa), es decir, 25 más que en el mismo mes de 2019. Un datos a tener en cuenta: 76 de los fallecidos tuvieron lugar en siniestros ocurridos en vías convencionales, frente a los 23 que se registraron en vías de alta capacidad (autovías o autopistas) y además, los accidentes por colisión se han incrementado, pasando de 38 víctimas mortales en abril de 2019 a las 46 de este año, cifras que coinciden con la entrada en vigor de la nueva Ley de Tráfico y Seguridad Vial que ha eliminado los 20 Km/h adicionales a la hora de adelantar…
El Ministerio de Hacienda ha trasladado a la UE buena parte de las propuestas del “Comité de expertos”, que van a suponer un aumento en la ya de por sí elevada fiscalidad que padecemos los conductores y, así, entre las medidas que se tomarían, estarían las de aumentar considerablemente la fiscalidad de los hidrocarburos, imponer tasas municipales a la congestión del tráfico, implantar el pago por uso en autovías o eliminar la bonificaciones a los vehículos catalogados como históricos
Desgraciadamente, lo que no está volviendo a la normalidad son los datos económicos y eso que le rebaja de los 20 céntimos en el precio de la gasolina ha contribuido a que la inflación se moderase ligeramente, con una subida de “sólo” el 8,4%. Pero no toda la culpa de la subida de los precios se debe a la subida del precio de la gasolina pues la tasa de inflación subyacente, que excluye del cómputo el precio de los productos energéticos y de los alimentos, se disparó un 4,4%, la más alta desde diciembre de 1995. Otro dato que muestra la mala situación económica por la que atravesamos (y no sólo por la guerra de Ucrania o la falta de microchips), es el hecho que que, mientras las matriculaciones de coches nuevos siguen cayendo (en abril lo hicieron un 12,1% y el año acumula una caída del 11,8%), las ventas de coches con más de 15 años acumulan en el primer trimestre las 167.120 unidades, lo que supone un crecimiento del 13,4%. No es de extrañar, así, el dato que ha matizado el RACE sobre que la falta o deficiente mantenimiento de los vehículos lo que está originando un aumento de las averías o que en el primer trimestre del año, la fabricación de vehículos nuevos cerró con una caída del 17%, debido también a la caída de la demanda de nuestros principales mercados.
Esta cifra ha puesto de manifiesto la vuelta a la normalidad después de dos años en los que debido al Covid-19, la Semana Santa estuvo condicionada por los confinamientos y por las restricciones de movilidad, pero también ha supuesto que abril haya cerrado con un total de 99 fallecidos (29 sólo durante la Semana Santa), es decir, 25 más que en el mismo mes de 2019
Lo malo es que este Gobierno sigue empeñado en no bajar los impuestos (recordemos que los presupuestos de este año se basan en un crecimiento del 7% y que recientemente el Gobierno la ha rebajado al 4,3%). Por su parte, el Ministerio de Hacienda ha trasladado a la UE buena parte de las propuestas del “Comité de expertos”, que van a suponer un aumento en la ya de por sí elevada fiscalidad que padecemos los conductores y, así, entre las medidas que se tomarían, estarían las de aumentar considerablemente la fiscalidad de los hidrocarburos, imponer tasas municipales a la congestión del tráfico, implantar el pago por uso en autovías o eliminar la bonificaciones a los vehículos catalogados como históricos por ser contrarias a la política de reducción de emisiones. Pero tranquilos, que la solución a las matriculaciones y a la fabricación de coches está ya en marcha de la mano de Madrid y es que, desde el pasado día 1 de mayo, el Ayuntamiento de Madrid multará con 200€ (100€ si se realiza por pronto pago) a los vehículos de los no residentes que circulen dentro del anillo de la M-30 sin pegatina medioambiental, es decir a los vehículos con el distintivo A. Cabe recordar que desde que el pasado 1 de enero, cuando Madrid ZBE entró en vigor y, hasta el el 9 de abril, el Ayuntamiento ha remitido 56.653 cartas informativas a los infractores a los vehículos que entraron indebidamente dentro de la M-30. El siguiente paso vendrá el 1 de enero del año que viene, cuando ya ningún coche sin distintivo medioambiental (sea o no residente de Madrid), podrá circular dentro del anillo de la M-30. Crisis, ¿quién dijo crisis?