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Porsche Inaugura la planta piloto de e-fuels Haru Oni, en Punta Arenas (Chile)

Porsche Inaugura la planta piloto de e-fuels Haru Oni, en Punta Arenas (Chile)

Con motivo de la inauguración de la planta piloto de e-fuels Haru Oni (Chile), Porsche ha presentado su visión acerca de los combustibles que permitirán seguir rodando al 911 en el futuro electrificado. En el acto, un 911 pilotado por Michael Steiner, miembro del Consejo de Dirección de Porsche AG, dio dos vueltas a la base de la enorme turbina eólica e hizo historia al realizar el primer derrape con el e-fuel de Haru Oni que previamente le había suministrado Barbara Frenkel, miembro del Consejo de Dirección de Porsche AG como responsable de Compras. Este nuevo hidrocarburo se crea utilizando la energía del viento a partir de poco más que agua y CO2 y, como ha quedado demostrado, puede propulsar a los mejores vehículos de Zuffenhausen sin realizar modificaciones en ellos.

 

Situada en las afueras de Punta Arenas, en una ubicación donde las turbinas eólicas funcionan con una eficiencia hasta cuatro veces superior a lo habitual, la planta produce e-fuel dividiendo el agua en sus elementos constituyentes (hidrógeno y oxígeno) en un primer paso. Después, se libera el oxígeno a la atmósfera y luego combina el hidrógeno con CO2 de la atmósfera para formar metanol. En la fase final del proceso, ese metanol se convierte en gasolina

 

Barbara Frenkel y Michael Steiner, miembros del Consejo de Dirección de Porsche AG

Con su espíritu pionero característico, Porsche inició hace algunos años la búsqueda de un combustible sintético que pudiera hacer funcionar los motores de combustión de forma casi neutra en sus emisiones de CO2. Siguiendo el ejemplo de Ferry Porsche que, decidió fabricar el automóvil deportivo de sus sueños porque no encontraba el que él quería, el fabricante alemán decidió invertir más 100 millones de dólares y aportar tanto sus habilidades de gestión de proyectos como sus conocimientos en motores de alto rendimiento, para respaldar a HIF en la producción de e-fuels y hacer viable su uso. Situada en las afueras de Punta Arenas, en una ubicación donde las turbinas eólicas funcionan con una eficiencia hasta cuatro veces superior a lo habitual, la planta produce e-fuel dividiendo el agua en sus elementos constituyentes (hidrógeno y oxígeno) en un primer paso. Después, se libera el oxígeno a la atmósfera, en palabras de uno de los ingenieros de Chile, “como un árbol sintético” y luego combina el hidrógeno con CO2 de la atmósfera para formar metanol. En la fase final del proceso, ese metanol se convierte en gasolina. Si este producto final se enviara a Europa a la escala industrial esperada, el trasporte generaría poco CO2, especialmente si se pone en relación con la cantidad que se captura de la atmósfera al crear el combustible.

 

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Este nuevo hidrocarburo se crea utilizando la energía del viento a partir de poco más que agua y CO2 y, como ha quedado demostrado, puede propulsar a los mejores vehículos de Zuffenhausen sin realizar modificaciones en ellos.

 

Las turbinas eólicas de Haru Oni (Chile) funcionan con una eficiencia hasta cuatro veces superior a lo habitual,

Si bien Porsche ha mostrado su claro compromiso con la electromovilidad y con la idea de que en 2030 el 80 % de los coches que vendan sean totalmente eléctricos, lo cierto es que una gran cantidad de los vehículos que ha producido a lo largo de su historia seguirán existiendo y sumando kilómetros en las carreteras de todo el mundo, dada la gran calidad de fabricación que ha caracterizado siempre a los modelos de la marca. El tipo de gasolina que se crea en la planta piloto de Chile permitirá que los motores de esos automóviles funcionen durante mucho tiempo sin la necesidad de quemar combustibles fósiles. En palabras de Michael Steiner, “Hoy en día hay alrededor de 1.300 millones de vehículos con motor de combustión, no solo de Porsche sino también de otros fabricantes, están moviéndose alrededor del mundo. Y, según las previsiones, este número no disminuirá significativamente en los próximos 15 años, a pesar del aumento de la electromovilidad”.