No cabe duda de que una de las prioridades actuales para luchar contra el cambio climático es el fomento de energías sostenibles y bajas en carbono. En este sentido, Toyota lleva ya más de una década trabajando para lograr que en un futuro próximo, el hidrógeno sea la fuente de energía principal, haciendo que una sociedad basada en el hidrógeno pueda ser una realidad. El motivo es muy simple: el hidrógeno es una fuente energética ilimitada, que se puede obtener de forma sostenible, es fácil de almacenar y transportar y puede utilizarse en ámbitos muy diferentes, desde el transporte de mercancías o personas, hasta la climatización de hogares y edificios o la producción de energía para el funcionamiento de plantas de producción.
La apuesta por el hidrógeno es parte fundamental en el Desafío Medioambiental Toyota 2050 (Toyota Environmental Challenge 2050)
El hidrógeno es una fuente energética ilimitada, que se puede obtener de forma sostenible, es fácil de almacenar y transportar y puede utilizarse en ámbitos muy diferentes
Además, el hidrógeno es un medio limpio y eficiente para producir electricidad, no genera más que vapor de agua y no es vulnerable a las fluctuaciones en la oferta de suministro como sucede con el petróleo. Es por ello que la apuesta por el hidrógeno es parte fundamental en el Desafía Medioambiental Toyota 2050 (Toyota Environmental Challenge 2050) y, por ello, en los últimos años ha liberado más de 5.000 patentes tecnológicas relacionadas con el hidrógeno, de forma que otros fabricantes las puedan utilizar libremente y se sumen, así, al objetivo de lograr que el hidrógeno sea la fuente de energía principal en las próximas décadas. Así mismo, Toyota está trabajando para reducir el coste de fabricación y venta de los FCEV, centrando sus esfuerzos en tres áreas: la pila de combustible y sus componentes; el incremento del volumen de producción y utilización de economías de escala y, por último, la utilización de la pila de combustible en otras aplicaciones, como camiones y autobuses para lograr un mercado más amplio.
El primer gran paso de Toyota para tratar de situar al hidrógeno en el centro de la movilidad futura, tras la presentación de varios prototipos en diferentes salones del automóvil a principios de la presente década, fue el lanzamiento en 2015 del Toyota Mirai, el primer vehículo eléctrico de pila de combustible o fuell cell electric vehicle (FCEV) de hidrógeno producido en serie en el mundo, del que se han vendido 10.000 unidades y, en 2019 presentó el prototipo que adelanta la segunda generación de Mirai, con una autonomía un 30% superior, nueva configuración de tres depósitos de hidrógeno y una pila de combustible totalmente rediseñada, plataforma TNGA, mejoras dinámicas y mayor eficiencia.
Además del Mirai, Toyota está colaborando en otros proyectos en torno al hidrógeno, como el camión de pila de combustible, autobuses cero emisiones, carretillas elevadoras de pila de combustible, vehículos eléctricos de pila de combustible en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 o el desarrollo del sistema de pila de combustible del Energy Observer, la primera embarcación a base de hidrógeno del mundo
Pero además del Mirai, Toyota está colaborando en otros proyectos en torno al hidrógeno, como el camión de pila de combustible diseñado por Toyota en Estados Unidos con la colaboración de Caetanobus S.A en Portugal para ofrecer autobuses cero emisiones en Europa, el uso de carretillas elevadoras de pila de combustible en la planta de Motomachi, el despliegue de vehículos eléctricos de pila de combustible en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio 2021 o, el desarrollo del sistema de pila de combustible del Energy Observer, la primera embarcación a base de hidrógeno del mundo.
