Mercedes-AMG SL: el resurgir de unas siglas míticas
Han pasado ya casi 70 años desde que Mercedes presentó el primer SL (acrónimo formado por las iniciales de “Súper” y “Ligero”), era el 300 SL, que enseguida destacó en la competición (ese mismo año logró el doblete en las 24 Horas de Le Mans), convirtiéndose en tiempo récord en un mito que se agrandó con el lanzamiento en 1954 del 300 SL (W 198) más conocido como “alas de gaviota” o “Gullwing” o con el “Pagoda” (W 113, 1963-1971), el incansable R 107, fabricado durante nada menos que 18 años (1971-1989) y su sucesor, el R 129 presentado a finales de la década de los ’80. Sin embargo, estas míticas siglas estaban de capa caída y ahora Mercedes las quiere devolver su esplendor con la versión AMG-SL que se fabricará en la sede de Bremen, la misma planta en donde se producía el modelo antecesor.
Para su lanzamiento, el nuevo AMG SL estará disponible con un motor AMG V8 biturbo de 4,0 litros en dos versiones. La primera de ellas es el SL 55 4MATIC+ de 476 CV con un par máximo de 700 Nm y la segunda versión y tope de gama es el SL 63 4MATIC+ de 585 CV y un par motor de 800 Nm
Un diseño exterior desde 0 y con elementos aerodinámicos activos
Al igual que el primer SL, su carrocería basada en una arquitectura de 2+2 asientos surgió de una hoja en blanco, es decir, no se tuvo en cuenta nada del anterior SL ni de ningún otro modelo como por ejemplo el AMG GT Roadster. Mide 4,71m de largo, 1,92m de ancho, 1,36m de alto y una distancia entre ejes de 2,70m y su carrocería está hecha de una combinación de acero, magnesio y materiales reforzados con fibras, hace posible que sea a la vez ligero (peso de la carrocería en bruto, sin puertas, capó y tapa del maletero, es de unos 270 kilogramos y su peso total es de 1.970 Kg) y rígido (en comparación con la serie precedente, su rigidez a la torsión ha aumentado en un 18%, la rigidez transversal es 50% mayor que la del AMG GT Roadster y la rigidez longitudinal es 40% mayor). Dentro de sus características están su larga batalla, los voladizos cortos, el capó largo y el habitáculo situado en una posición atrasada, con un parabrisas muy tendido, y su contunente parte trasera.
Una de las novedades en el nuevo SL es la configuración 2+2 con la inclusión de una segunda fila de asientos, si bien, la marca deja bien claro que permiten viajar cómodamente a personas de hasta 1,50 metros de estatura
En la parte delantera destaca la calandra del radiador específica de AMG de 14 lamas (Panamericana), que acentúa la anchura del frontal y sus faros planos LED de contorno nítido con técnica DIGITAL LIGHT. La versión SL 55 4MATIC+ Roadster viene equipado con llantas de 19” que calzan neumáticos 255/45 R19 (delante) y 285/40 R19 (detrás), mientras que el SL 63 4MATIC+ viene con llantas de 20” con neumáticos 265/40 R20 (delante) y 295/35 R20 (detrás). En la parte trasera destacan el difusor en color de contraste negro brillante en los bajos, con cuatro perfiles verticales, así como embellecedores dobles de la salida de escape integrados de nuevo diseño y las luces traseras, también planas. Por último, uno de los cambios más radicales con respecto a la generación anterior es su capota, que pasa a ser de lona con accionamiento eléctrico, lo que en comparación con el techo retráctil de metal del modelo anterior, reduce 21 Kg el peso del SL, mientras que el plegado en Z ayuda a ahorrar espacio y peso, al prescindir de la tapa convencional para el compartimento de la capota.
Han pasado ya casi 70 años desde que Mercedes presentó el primer SL (acrónimo formado por las iniciales de “Súper” y “Ligero”, era el 300 SL, que enseguida destacó en la competición (ese mismo año logró el doblete en las 24 Horas de Le Mans), convirtiéndose en tiempo récord en un mito que se agrandó con el lanzamiento en 1954 del 300 SL (W 198) más conocido como “alas de gaviota” o “Gullwing”. Sin embargo, estas míticas siglas estaban de capa caída y ahora Mercedes las quiere devolver su esplendor con la versión AMG-SL que se fabricará en la sede de Bremen, la misma planta en donde se producía el modelo antecesor
Fruto de la experiencia de Mercedes-AMG en la competición, el nuevo SL cuenta además con varios elementos aerodinámicos activos que ayuda a conseguir una elevada eficiencia aerodinámica y a alcanzar cx 0,31, un valor excelente para un deportivo descapotable. Así por ejemplo, cuenta con el sistema activo de regulación del aire AIRPANEL de dos componentes. El primero utiliza lamas verticales, ocultas detrás de la calandra del radiador y de la toma inferior de aire en el faldón delantero. El segundo componente, situado detrás de la toma superior de aire, consta de lamas horizontales. Todas las lamas se regulan por vía electrónica y se abren o se cierran con ayuda de motores eléctricos para optimizar la corriente de aire y, por tanto, los parámetros aerodinámicos en función de la demanda. Otro elemento activo es el spoiler trasero extensible, integrado en la tapa del maletero y cuya posición varía en función de la situación de conducción. El software de control tiene en cuenta para ello numerosos parámetros como, por ejemplo, la velocidad de marcha, la aceleración longitudinal y transversal, así como la velocidad de giro de la dirección. A partir de una velocidad de 80 km/h, el spoiler puede asumir posiciones con cinco ángulos diferentes para desempeñar distintas tareas, desde optimizar la estabilidad de marcha hasta reducir la resistencia aerodinámica. Por último, cuenta con un elemento aerodinámico activo oculto en los bajos, por delante del motor; se trata de un perfil de fibra de carbono de unos 2 Kg de peso que reacciona a la posición del selector de programas de conducción AMG y se desplaza automáticamente unos 40 milímetros hacia abajo al alcanzarse una velocidad de 80 km/h. Con ello se genera el llamado efecto Venturi, que hace que el vehículo se adhiera adicionalmente a la calzada.
Una novedad importante para este SL es la incorporación por primera vez en su historia de un sistema de tracción a las cuatro ruedas, el AMG Performance 4MATIC+ con distribución de par completamente variable entre el eje delantero y el eje trasero. Otra novedad importante es la dirección activa del eje trasero (HAL) que viene de serie y que en función de la velocidad de marcha, las ruedas traseras giran en sentido contrario al de las ruedas delanteras (hasta los 100 km /h) o en el mismo sentido (por encima de los 100 km/h)
Ahora, con un interior 2+2
Una de las novedades en el nuevo SL es la configuración 2+2 con la inclusión de una segunda fila de asientos, si bien, la marca deja bien claro que permite viajar cómodamente a personas de hasta 1,50 metros de estatura. Cuenta con un cuadro de instrumentos digital con una pantalla LCD de alta definición de 12,3” así como con una pantalla táctil multimedia de 11,9” en formato vertical, que con el fin de evitar los reflejos de la luz, que pueden molestar si se conduce con la capota abierta, se puede variar su inclinación eléctricamente entre 12 y 32 grados. De serie viene con asientos deportivos AMG con ajuste eléctrico con el reposacabezas integrado en el respaldo del asiento y vienen con AIRSCARF, la calefacción integrada en el reposacabezas. En materia de conectividad, incorpora lasegunda generación del MBUX (Mercedes-Benz User Experience) que estrenó recientemente la nueva Clase S y que para el SL incluye contenidos específicos de AMG en cinco estilos de visualizado, algunas opciones exclusivas de menú, como “AMG Performance” o “AMG TRACK PACE”. Por último, opcionalmnete se puede equipar con un head-up display.
Fruto de la experiencia de Mercedes-AMG en la competición, el nuevo SL cuenta además con varios elementos aerodinámicos activos que ayuda a conseguir una elevada eficiencia aerodinámica y a alcanzar cx 0,31, un valor excelente para un deportivo descapotable
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Motor V8 de hasta 585 CV con AMG Performance 4MATIC+
Para su lanzamiento, el nuevo AMG SL estará disponible con un motor AMG V8 biturbo de 4,0 litros en dos versiones. La primera de ellas es el SL 55 4MATIC+ de 476 CV con un par máximo de 700 Nm, que le permite acelerar de 0 a 100 Km/h 3,9 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 295 km/h. La segunda versión y tope de gama es el SL 63 4MATIC+ de 585 CV y un par motor de 800 Nm, versión que acelera de 0 a 100 Km/h en 3,6 segundos y alcanza una velocidad máxima de 315 Km/h. ambas versiones van asociadas a un cambio AMG SPEEDSHIFT MCT 9G. Más adelante está prevista la llegada de una versión híbrida.
Por último, en el apartado de frenos, las dos versiones cuentan con discos de freno compuestos autoventilados y perforados de 390mm en el eje delantero y de 360mm en el trasero, mientras que las pinzas son de color rojo en la versión y amarrillas en el SL 63 4MATIC+
Una novedad importante para este SL es la incorporación por primera vez en su historia de un sistema de tracción a las cuatro ruedas, el AMG Performance 4MATIC+ con distribución de par completamente variable entre el eje delantero y el eje trasero. Otra novedad importante es la dirección activa del eje trasero (HAL) que viene de serie y que en función de la velocidad de marcha, las ruedas traseras giran en sentido contrario al de las ruedas delanteras (hasta los 100 km /h) o en el mismo sentido (por encima de los 100 km/h). Además, el conductor tiene a su disposición seis programas de conducción en el AMG DYNAMIC SELECT de serie en el SL 63 4MATIC+ y opcional con el paquete AMG DYNAMIC PLUS en el SL 55 4MATIC+ (Calzada resbaladiza, Comfort, Sport, Sport +, Individual y RACE).
El SL 55 4MATIC+ equipa de serie un nuevo tren de rodaje mecánico AMG RIDE CONTROL con amortiguadores de aluminio de alto rendimiento y muelles helicoidales de construcción ligera. Por su parte, la versión SL 63 4MATIC+ cuanta como novedad con el nuevo tren de rodaje AMG ACTIVE RIDE CONTROL con estabilización hidráulica activa del balanceo en el que los elementos hidráulicos activos que sustituyen a los estabilizadores transversales mecánicos convencionales se encargan de compensar en fracciones de segundo los movimientos de balanceo. Por último, en el apartado de frenos, las dos versiones cuentan con discos de freno compuestos autoventilados y perforados de 390mm en el eje delantero y de 360mm en el trasero, mientras que las pinzas son de color rojo en la versión SL 55 4MATIC+ y amarrillas en el SL 63 4MATIC+. Opcionalmente, las dos versiones se pueden equipar con frenos cerámicos de alto rendimiento AMG con discos compuestos de 402mm en el eje delantero y de 360mm en el trasero.
Los sistemas de asistencia a la conducción utilizan numerosos sensores, cámaras y equipos de radar para observar el tráfico y el entorno del nuevo roadster. Siempre que es necesario, estos ayudantes inteligentes pueden intervenir en fracciones de segundo. Al igual que sucede en las actuales generaciones de la Clase C y la Clase S, el conductor tiene a disposición numerosos sistemas, nuevos o ampliados, que le asisten en situaciones cotidianas, por ejemplo, adaptando la velocidad, manteniendo una separación suficiente respecto a otros vehículos o facilitando el guiado en curvas o en maniobras de cambio de carril. Si se reconoce un peligro, numerosos sistemas le ayudan a reaccionar correctamente ante una colisión inminente.