Si los periodistas del motor no tuviéramos miedo de mojarnos, diríamos que el RAV4 plug-in es lo mejor que existe en formato híbrido enchufable. Un aparato que hace cientos de kilómetros con la gasolina y unos ochenta con un uso muy cauto de la electricidad. Solo de la electricidad: generalmente, eso nos permitirá pasar la semana sin pisar una gasolinera pero afrontar después viajes de larga distancia con el combustible. No debemos comprar ningún híbrido enchufable si no tenemos plaza propia con poste de recarga en casa o en el trabajo. Yo he recorrido 81 kilómetros solamente con las baterías, si bien es cierto que a ritmo muy moderado y aprovechando que hice una formación como conductor ecológico. Aun así, incluso con un uso descuidado, usted podrá circular con las baterías unos sesenta kilómetros sin problemas. El coche monta tres motores: uno eléctrico delantero de 182 CV, otro eléctrico trasero de 54 y uno de gasolina de 185. Si esto fuera una página de ingeniería avanzada, profundizaríamos en cómo puede este coche coordinar su propio funcionamiento con tres motores diferentes. La clave está en una electrónica muy avanzada, pura eficacia en coordinación. Si ustedes me preguntasen el secreto de la autonomía en eléctrico, les contestaría que creo que está en pagarla. En tener presupuesto para comprar un coche técnicamente muy avanzado. El RAV4 híbrido enchufable monta una batería de iones de litio de 18,1 KWh de capacidad, con 96 celdas Panasonic, refrigerada por líquido. Con todos estos ingredientes, el RAV 4 híbrido enchufable es un coche con dos personalidades muy distintas. Cuando elegimos circular en modo eléctrico puro, el Toyota muestra la cara más políticamente correcta del mundo de la automoción. Y repito que, generalmente, nos permite estar toda la semana yendo a trabajar sin pisar una gasolinera. Pero cuando elegimos la otra personalidad del auto, los 55 litros del tanque de gasolina nos permiten circular sin parar durante cientos de kilómetros. Auxiliados, además, por las baterías con el RAV4 circulando como híbrido tradicional: combinando electricidad y combustible. Hay dos cerebros diferentes en el RAV4 trimotor.
Toyota significa el máximo prestigio en autos híbridos y ahora también se ha ganado el reconocimiento en enchufables. El RAV 4 lleva muchos años en el mercado y cada vez es mejor: comenzó siendo un coche simpático, un metro más corto que el de ahora y con tres puertas. Ha evolucionado hacia otro concepto y, convertido en un vehículo más grande que el de antaño, sigue siendo un superventas. El RAV 4 de hoy podría ser más barato, pero no le veo más argumentos en contra. Su mejor ventaja ecológica es que lleva en el parabrisas la pegatina 0, como todos los enchufables que pueden recorrer más de 30 kilómetros sin el motor de explosión, y eso en Madrid significa aparcamiento gratuito en la ORA también en situación de contaminación de escenario 1
Hay escuelas de conducción que nos enseñarán rápidamente la técnica de conducción del coche enchufable. Se las recomiendo al ciento por ciento. El invento funciona a base de recuperación de energía: hay que guardar distancia con el coche de delante… porque se trata de recargar energía en las recuperaciones. Si nos vemos obligados a frenar en lugar de recuperar, no recargamos. Perdemos eficiencia. Si de verdad queremos ser ecológicos, nos olvidaremos de las aceleraciones fulgurantes. He conducido algún híbrido enchufable algo más pesado al que no he logrado arrancar mucho más de 30 kilómetros de recorrido con una carga. La clave seguramente está en que se trataba de vehículos de más de 2.300 kilos frente a los 1.910 que pesa el RAV 4, con el que es muy fácil hacer más de 70 kilómetros. Si los expertos en conducción verde no fuéramos tan políticamente correctos, denunciaríamos que no sirve para nada convencer a la población para comprar coches ecológicos si luego todos van pegando acelerones. O si dejan el motor en marcha durante los diez minutos que pasan recogiendo el periódico en el kiosco.
El RAV4 híbrido enchufable monta una batería de iones de litio de 18,1 KWh de capacidad, con 96 celdas Panasonic, refrigerada por líquido. Con todos estos ingredientes, el RAV 4 híbrido enchufable es un coche con dos personalidades muy distintas. Cuando elegimos circular en modo eléctrico puro, el Toyota muestra la cara más políticamente correcta del mundo de la automoción. Y repito que, generalmente, nos permite estar toda la semana yendo a trabajar sin pisar una gasolinera. Pero cuando elegimos la otra personalidad del auto, los 55 litros del tanque de gasolina nos permiten circular sin parar durante cientos de kilómetros
Portada » Toyota Rav4 plug-in advance, dos coches en uno
Toyota significa el máximo prestigio en autos híbridos y ahora también se ha ganado el reconocimiento en enchufables. El RAV 4 lleva muchos años en el mercado y cada vez es mejor: comenzó siendo un coche simpático, un metro más corto que el de ahora y con tres puertas. Ha evolucionado hacia otro concepto y, convertido en un vehículo más grande que el de antaño, sigue siendo un superventas. El RAV 4 de hoy podría ser más barato, pero no le veo más argumentos en contra. Su mejor ventaja ecológica es que lleva en el parabrisas la pegatina 0, como todos los enchufables que pueden recorrer más de 30 kilómetros sin el motor de explosión, y eso en Madrid significa aparcamiento gratuito en la ORA también en situación de contaminación de escenario 1. Como anécdota: si llevas un híbrido enchufable, en España ningún agente vigilará si estás entrando a los centros de las ciudades consumiendo fluido eléctrico o quemando gasolina y arrojando carbono como un loco a la atmósfera. Porque, generalmente, al político no le interesa tanto la ecología… sino la ficción de ecología. Podrás disfrutar de la etiqueta 0 quemando gasolina. El Toyota RAV 4 PHEV sirve para el uso eléctrico cercano y puede llegar al fin del mundo con el carburante. Dos coches en uno.
He conducido algún híbrido enchufable algo más pesado al que no he logrado arrancar mucho más de 30 kilómetros de recorrido con una carga. La clave seguramente está en que se trataba de vehículos de más de 2.300 kilos frente a los 1.910 que pesa el RAV 4, con el que es muy fácil hacer más de 70 kilómetros