Con motivo de la Semana del Clima de Nueva York, Volvo ha anunciado que, a principios de 2024 dejarán de fabricar todos los modelos diésel, por lo que dentro de unos meses saldrá de fábrica el último vehículo Volvo con motor diésel, convirtiéndose así en uno de los primeros fabricantes tradicionales en dar este paso. Este hito llega tras su decisión del pasado año de abandonar el desarrollo de nuevos motores de combustión y de vender en noviembre su participación en Aurobay, la empresa conjunta que albergaba todos sus activos en motores de combustión, dejando así de destinar ni una sola corona de su presupuesto de I+D al desarrollo de nuevos motores de combustión interna. Su objetivo para 2030 es vender únicamente vehículos eléctricos puros y, para 2040, ser una empresa neutra desde el punto de vista climático.