Sébastien Loeb: los viejos rockeros nunca mueren
Tras un año ausente, el pasado mes de enero Loeb regresaba al WRC logrando su victoria número 80 en el WRC y la primera desde la conseguida en 2018 en el España, victoria que le convertía, con 47 años, en el ganador más veterano de una prueba del WRC y todo ello días después de haber terminado segundo en el Dakar y es que el piloto alsaciano ha demostrado que quien tuvo retuvo y que los viejos rockeros nunca mueren.
Su pasión por los rallies y nuevos retos le ha llevado a participar en seis ocasiones en el Dakar (4 con Peugeot, donde llegó a formar parte del “Dream Team” junto con Sainz, Peterhansel y Cyril Despres y dos con el equipo Prodrive de David Richards). Precisamente sería éste quien presionaría a Loeb para que prescindiese de su fiel copiloto, alegando que había cometido muchos errores en su Dakar de 2021
Siguiendo los pasos de su padre, un excampeón de gimnasia, Sébastien comenzó a practicar gimnasia con tan solo 3 años. Ingresó rápidamente a la competición y con sólo 12 años,ya tenía un destacado palmarés: cuatro veces campeón de Alsacia, campeón del Gran East de Francia y quinto en el campeonato de Francia. Pese a sus éxitos en la gimnasia, Loeb no perdía ocasión y en cuanto tenía la oportunidad de corría en triciclo, en bicicleta o en una minimoto alquilada durante las vacaciones, pasión que continuó de adolescente con sus compañeros de escuela, compitiendo en ciclomotor, hasta que finalmente, con 21 años, decidió dejar la gimnasia y dedicarse a los rallies locales, compitiendo con un Peugeot 106 en el certamen “Rallye Jeunes” en 1995.
La llegada de los nuevos Rally1 híbridos le abrió las puertas para volver al WRC de la mano del equipo M-sport con el nuevo Ford Puma y tras una emocionante lucha con el que fue su sucesor, el también francés Sébastién Ogier, Loeb lograba la victoria, 80º en su palmarés
Sus actuaciones llamaron la atención de Rémi Mammosser y Dominique Heintz, que le ficharon para su equipo “Ambition Sport Auto”. En 1998 lograba dar el salto a la Citroën Saxo Trophy, ya con el que sería su copiloto durante 23 temporadas, Daniel Elena, categoría en la que conseguiría el título al año siguiente, título que le valdría para que la Federación Francesa de Automovilismo le ofreciese un asiento en el equipo nacional, lo que le permitió salir a correr en Cataluña Córcega y San Remo, lo que compaginó con el Campeonato de rallies de tierra francés con un Saxo Kit Car del equipo Ambition Sport, temporada en la que acabaría logrando el título. El año siguiente, en 2001 lograría el campeonato de asfalto con un Citroën Xara y el de la categoría 1600 con un Saxo en el Campeonato del Mundo de Rallyes Junior, lo que la daría una plaza para competir en el WRC en 2003 con un Xara WRC, temporada en la que terminaría segundo, a sólo un punto de Solberg, con victorias en Montecarlo (la primera de las 8 que ha logrado hasta ahora), Alemania e Italia. En 2004 comenzaba la leyenda de Loeb, pues lograba el primero de los nueve títulos consecutivos (3 con un Citroën Xara, 4 con un Citroën C4 WRC y 2 con un Citroën DS3 WRC), siendo el piloto que más títulos ha ganado en el WRC, además de 72 victorias. lo que le valió para ser nombrado Caballero de la Legión de Honor francesa en 2009.
Tras un año ausente, el pasado mes de enero Loeb regresaba al WRC logrando su victoria número 80 en el WRC y la primera desde la conseguida en 2018 en el España, victoria que le convertía, con 47 años, en el ganador más veterano de una prueba del WRC y todo ello días después de haber terminado segundo en el Dakar y es que el piloto alsaciano ha demostrado que quien tuvo retuvo y que los viejos rockeros nunca mueren
Tras abandonar los rallies, Loeb siguió se pasó a los circuitos, compitiendo en el FIA GT y ya en 2014 y 2015 en el WTCC de la mano de Citroën, con un Citroën C-Elysée y con Yvan Muller y “Pechito” López de compañeros de equipo, categoría en la que lograría un total de 6 victorias y 20 podios en las dos temporadas en las que estuvo, terminado tercero en ambas ocasiones. Su participación en el WTCC la compaginaba con apariciones esporádicas con Citroën en el WRC, hasta que en 2019, por presupuesto la marca no le pudo ofrecer un tercer coche y decidió fichar por Hyundai. En estos años y apese a qeu sólo participó en 15 pruebas, lograría 9 victorias más.
Siguiendo los pasos de su padre, un excampeón de gimnasta, Sébastien comenzó a practicar gimnasia con tan solo 3 años. Ingresó rápidamente a la competición y con sólo 12 años,ya tenía un destacado palmarés
Su pasión por los rallies y nuevos retos le ha llevado a participar en seis ocasiones en el Dakar (4 con Peugeot, donde llegó a formar parte del “Dream Team” junto con Sainz, Peterhansel y Cyril Despres y dos con el equipo Prodrive de David Richards). Precisamente sería éste quien presionaría a Loeb para que prescindiese de su fiel copiloto, alegando que había cometido muchos errores en su Dakar de 2021. Esa misma temporada fichaba por el equipo X44 de Hamilton para competir junto a la española Cristina Gutiérrez en el Extreme E, una nueva competición de todoterrenos eléctricos en la que quedaría subcampeón empatado a puntos con el equipo RXR de Rosberg, repitiendo equipo este año. La llegada de los nuevos Rally1 híbridos le abrió las puertas para volver al WRC de la mano del equipo M-Sport con el nuevo Ford Puma y tras una emocionante lucha con el que fue su sucesor, el también francés Sébastién Ogier, Loeb lograba la victoria, 80º en su palmarés, lástima que tenga previsto hacer toda la temporada.
En 2004 comenzaba la leyenda de Loeb, pues lograba el primero de los nueve títulos consecutivos (3 con un Citroën Xara, 4 con un Citroën C4 WRC y 2 con un Citroën DS3 WRC), siendo el piloto que más títulos ha ganado en el WRC, además de 72 victorias. lo que le valió para ser nombrado Caballero de la Legión de Honor francesa en 2009