Ya en 1936 el Opel Kadett convirtió a la marca alemana en el primer fabricante de automóviles en ofrecer un coche compacto asequible y adecuado para las familias, pero hace sesenta años, Opel inició una nueva era con el Kadett A, el coche ideal para impulsar el “milagro económico alemán” del que fabricó 650.000 unidades entre 1962 y 1965. Un gran maletero, una habitabilidad para cuatro pasajeros, un motor de respuesta alegre y sus bajos costes de mantenimiento fueron las claves de su éxito.
El motor de cuatro cilindros de 993 cc inicialmente desarrollaba 40 CV y, a partir de 1963, también estaba presente en el nuevo Kadett Caravan. Así, el Kadett podía alcanzar una velocidad máxima de 120 Km/h y destacaba por su rápida entrega de potencia y su elasticidad. Por su parte, el motor S de 1,0 litros y 48 CV que se utilizó por primera vez en el nuevo coupé desde 1963, alcanzaba incluso los 130 Km/h
Opel Kadett A: el coche del milagro económico
Tras la guerra, Opel reestructuró su gama. En los años del milagro económico los coches prácticos y asequibles tenían una gran demanda y por ello, en 1962 Opel construyó una planta de producción completamente nueva en Bochum ideada para el Kadett A, cuya primera unidad salió de la línea de montaje en octubre de 1962. El nuevo Kadett constituía un ejemplo de construcción ligera pues pesaba sólo 670 Kg y, con la carrocería Caravan que le siguió poco después, sólo 720 Kg. Además, el Kadett era muy asequible, con un precio en Alemania desde 5.075 marcos alemanes (DM). Los ingenieros idearon una producción lo más sencilla posible de tal manera que la carrocería constaba únicamente de 12 piezas principales y los paneles laterales estaban hechos de una sola lámina de acero. Los bajos costes de mantenimiento del Kadett A también eran fruto de su diseño: gracias a sus rótulas libres de mantenimiento de la suspensión y la dirección, estos componentes no requerían un engrase periódico. Los costes de mantenimiento y de las piezas de recambio se miraron con lupa y así, por ejemplo, la revisión de los 10.000 kilómetros, incluidos los materiales, sólo costaba aproximadamente 30 marcos.
Una ventaja significativa de la generación del Kadett A era que sobre la misma plataforma contaba con una completa familia de carrocerías: con un compacto de 5 puertas, un coupé y un familiar
Elegante, flexible, innovador y… cómodamente por delante de la competencia
El Kadett A contaba con todas las ventajas que convertían en apetecible a un vehículo de los años ‘60: un diseño elegante, gran flexibilidad, innovadoras tecnologías y muchas funciones prácticas. Su baja línea de cintura y grandes superficies acristaladas le proporcionaban una gran visibilidad, mientras la habitabilidad interior sorprendía mucho a los conductores de coches de los segmentos B y C con cuatro personas que podían acomodarse con total confort. Además, el tapón del depósito de combustible estaba en el exterior, una innovación que ya había buscado en vano algún otro fabricante alemán de la época. “Nunca tendrás olor a gasolina en el maletero”, era el irónico mensaje dirigido a Wolfsburg de esta manera, su amplio maletero estaba reservado exclusivamente para el equipaje.
En los años del milagro económico los coches prácticos y asequibles tenían una gran demanda y por ello, en 1962 Opel construyó una planta de producción completamente nueva en Bochum ideada para el Kadett A, cuya primera unidad salió de la línea de montaje en octubre de 1962
Motor delantero y tracción trasera: una conducción divertida y de reacciones neutras
Con su moderno motor delantero refrigerado por agua, el Kadett de tracción trasera ofrecía otra ventaja de diseño respecto al “escarabajo”. El motor de cuatro cilindros de 993 cc inicialmente desarrollaba 40 CV y, a partir de 1963, también estaba presente en el nuevo Kadett Caravan. Así, el Kadett podía alcanzar una velocidad máxima de 120 Km/h y destacaba por su rápida entrega de potencia y su elasticidad. Por su parte, el motor S de 1,0 litros y 48 CV que se utilizó por primera vez en el nuevo coupé desde 1963, alcanzaba incluso los 130 Km/h. Su equilibrada distribución de pesos junto al nuevo eje trasero contribuían además a una conducción neutra y segura. “El Kadett mantiene extraordinariamente bien la trazada en las curvas y en las superficies irregulares”, se podía leer en un catálogo comercial de la época.
Portada » El Opel Kadett, el primer compacto moderno, cumple 60 años
Los bajos costes de mantenimiento del Kadett A también eran fruto de su diseño: gracias a sus rótulas libres de mantenimiento de la suspensión y la dirección, estos componentes no requerían un engrase periódico. Los costes de mantenimiento y de las piezas de recambio se miraron con lupa y así, por ejemplo, la revisión de los 10.000 kilómetros, incluidos los materiales, sólo costaba aproximadamente 30 marcos
El primer Caravan: un coche tan espacioso como un minibús
Una ventaja significativa de la generación del Kadett A era que sobre la misma plataforma contaba con una completa familia de carrocerías: con un compacto de 5 puertas, un coupé y un familiar. En el Salón del Automóvil de Ginebra de 1963, seis meses después del debut de la versión de 5 puertas, Opel presentó el Kadett A Caravan, el primer familiar alemán del segmento de los compactos. Una opción muy popular entonces era el asiento infantil trasero para la tercera fila orientado en el sentido contrario a la marcha, que permitía acomodar hasta seis personas. Opel se convirtió rápidamente en el líder del mercado en este segmento. A mediados de los años ´60, casi uno de cada dos coches familiares en Alemania era un Opel. Desde entonces, un coche como una furgoneta, es decir, el “coche-furgoneta”, ha formado parte de cada nueva generación de los Kadett y Astra.
El Kadett A contaba con todas las ventajas que convertían en apetecible a un vehículo de los años ‘60: un diseño elegante, gran flexibilidad, innovadoras tecnologías y muchas funciones prácticas