Con más de 1,2 millones de unidades (una octava parte de todos los coches que Opel había producido en sus 70 años de fabricación de automóviles), Opel tenía el difícil reto de sustituir a su predecesor y como la propia marca decía que el mercado “no podía permitirse perder un coche como el Rekord”. Para ello, recurrió al Rekord D que entró en producción en diciembre de 1971.
A principios de septiembre de 1976 un Rekord D con carrocería berlina pintado en dorado salió de la línea de producción como la unidad un millón de la serie, confirmando que el mercado realmente “necesita al Rekord”,
El Rekord D siguió las grandes huellas de sus predecesores, pero ello no le impidió tomar su propia dirección. Por ejemplo, a diferencia del Rekord C, cuya “forma de botella de coca-cola” en la zona del pilar C tenía una influencia clara del lenguaje de diseño de sus homólogos norteamericanos, el nuevo diseño presentaba rasgos europeos. Sus líneas claras y funcionales, las superficies lisas, sus grandes superficies acristaladas y su baja línea de cintura definen un estilo exterior atemporal. “El Rekord D irrumpe en el mercado como un invitado que aporta un bienvenido soplo de aire fresco a la fiesta”, se describía en el dossier de prensa. Al igual que en su predecesor, estaba disponible en tres tipos de carrocería: la clásica berlina (con dos o cuatro puertas), una deportiva de tipo coupé y una familiar con tres o cinco puertas.Otra de las mejoras del Opel Rekord D (también conocido como Rekord II para evitar la confusión con la “D” de diésel) fue en el apartado de la seguridad pasiva pues contó con refuerzos en los laterales y en el techo que ofrecían protección en caso de impactos laterales y vuelcos, mientras que las zonas de deformación programada protegían a los ocupantes ante las colisiones frontales.
En 1973 un joven Walter Röhrl compitió por primera vez con un Opel en el Rally de Montecarlo, aunque la falta de homologación del Commodore GS/E coupé preparado por Irmscher le llevó a competir en la clase del Grupo 2 para vehículos modificados
En el apartado de motores, las versiones de gasolina de cuatro cilindros con un árbol de levas en cabeza (CIH), suponían un nuevo desarrollo sobre las ya probadas unidades que contaban con más de dos millones de unidades fabricadas en el momento de su lanzamiento y estaba disponible en tres versiones: un motor de 1,7 litros de 66 CV, el motor S de 83 CV y el motor 1,9 de 97 CV. También fue el primer turismo de Opel en contar con una versión diésel que ya se había probado con el Opel GT Diesel, un prototipo de carrocería aerodinámicamente optimizada, que estableció 18 récords internacionales y 2 mundiales en el circuito de pruebas de Opel en Dudenhofen, pero de 60 CV, en lugar de 95 CV. El Opel Rekord 2100 D se reconocía fácilmente por el abombamiento de su capó, debido al árbol de levas en cabeza y a la culata modificada que configuraban un conjunto más alto que el de los motores de gasolina, llegó a tener un consumo medio de 8,7 l/100 km y una velocidad máxima de 135 km/h.
Cuando se presentó la última generación del Rekord, en septiembre de 1977, habían salido de la línea de producción de Rüsselsheim 1.128.196 unidades del Rekord D y 140.827 del Commodore B
A parir de marzo de 1972 salió al mercado una versión superior, el Opel Commodore, que se situaba entre el Rekord y los Admiral y Diplomat, éstos dos, de superior categoría El Commodore B compartía carrocería con el Rekord, pero con un equipamiento más lujoso que éste y sólo estaba disponible con motores de seis cilindros. Las evoluciones fueron rápidas: al Commodore S de 2,5 litros y 115 CV le siguió el GS de 130 CV y, posteriormente, el GS de 2,8 litros con doble carburador y 142 CV. Finalmente, en septiembre de 1972, apareció el Commodore GS/E como tope de gama. Su motor de 2,8 litros con inyección electrónica y 160 CV ofrecía unas prestaciones impresionantes: el coupé alcanzaba una velocidad máxima de 200 km/h y la berlina de cuatro puertas de 195 km/h. Es por ello que el Commodore GS/E de destinase también a la competición y así, en 1973 un joven Walter Röhrl compitió por primera vez con un Opel en el Rally de Montecarlo, aunque la falta de homologación del Commodore GS/E coupé preparado por Irmscher le llevó a competir en la clase del Grupo 2 para vehículos modificados.
Portada » El Opel Rekord D cumple 50 años
Con más de 1,2 millones de unidades (una octava parte de todos los coches que Opel había producido en sus 70 años de fabricación de automóviles), Opel tenía el difícil reto de sustituirlo y como la propia marca decía que el mercado “no podía permitirse perder un coche como el Rekord”. Para ello, recurrió al Rekord D que entró en producción en diciembre de 1971
Sin embargo, los Commodore y Rekord consiguieron sus mayores victorias lejos de los circuitos y los tramos. A principios de septiembre de 1976 un Rekord D con carrocería berlina pintado en dorado salió de la línea de producción como la unidad un millón de la serie, confirmando que el mercado realmente “necesita al Rekord”, como ya Opel había declarado en su presentación en 1972. Para conmemorar este éxito se lanzó una edición limitada denominada “Millonaire”; con motor S de 2,0 litros con 100 CV y carrocería “Berlina”. Cuando se presentó la última generación del Rekord, en septiembre de 1977, habían salido de la línea de producción de Rüsselsheim 1.128.196 unidades del Rekord D y 140.827 del Commodore B.
Fue el primer turismo de Opel en contar con una versión diésel que ya se había probado con el Opel GT Diesel, un prototipo de carrocería aerodinámicamente optimizada, que estableció 18 récords internacionales y dos mundiales en el circuito de pruebas de Opel en Dudenhofen