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Editorial diciembre 2023

Editorial diciembre 2023

  • Estos días estamos asistiendo a una auténtica farsa y no, no me refiero al tema de la amnistía, que también, sino al COP28 o, lo que es lo mismo,  la Cumbre del Cambio Climático de las Naciones Unidas.  Para empezar, tiene lugar en  Dubai (Emiratos Árabes Unidos)  o, lo que se lo mismo, el séptimo mayor productor de petróleo

Estos días estamos asistiendo a una auténtica farsa y no, no me refiero al tema de la amnistía, que también, sino al COP28 o, lo que es lo mismo, la Cumbre del Cambio Climático de las Naciones Unidas.  Digo esto porque para empezar, tiene lugar en  Dubai (Emiratos Árabes Unidos)  o, lo que se lo mismo, el séptimo mayor productor de petróleo. Por si esto fuese poco, el presidente de la cumbre es el sultán Al-Jaber, quien a su vez es además director ejecutivo de Adnoc, la cuarta mayor empresa de combustibles fósiles del mundo, además de ministro de Industria y Tecnología Avanzada de EAU y  representante oficial de su país ante el cambio climático. Pues resulta además que esta tal sultán Al-Jaber le han pillado haciendo declaraciones negacionistas, concretamente dijo: “no hay ciencia que respalde la eliminación de los combustibles fósiles para evitar un aumento de las temperaturas de 1,5 grados”, también dijo que “la supresión del gas, el petróleo y el carbón no permitirá un desarrollo sostenible, a menos que queramos llevar al mundo de vuelta a las cavernas“. Como era de esperar, el proprio Al Yaber tuvo que salir a decir que se había producido una confusión y una mala interpretación de sus palabras. Por si esto fuese poca polémica, parece ser que EAU podría estar usando esta cumbre para llegara acuerdos secretos de gas y petróleo con 15 países, según documentos internos filtrados al Centre for Climate Reporting y la BBC. También resulta curioso que esta cumbre vaya a ser probablemente la que mayor huella de carbono tenga, según estimaciones del Climate Intelligence Unit, si tenemos en cuenta que a ella acudirán 97.000 delegados (récord) más unos 400.000 visitantes, una huella de carbono que en su 60%  será causada por el tráfico aéreo generado por los asistentes.

 

Ahora, han visto el gran chollo que tienen con la modificación del Reglamento General de Circulación que entró en vigor el 11 de mayo de 2021 por la cual, se ha reducido a 30 km/h la velocidad en aquellas calles de un único carril por sentido. Hasta ahora, habíamos visto calles en las que había carriles o, el único carril disponible con dicha limitación pintada sobre la calzada que nos avisaba de ello y, si uno lo sobrepasaba, se arriesgaba a ser multado. El problema ha venido cuando recientemente ha salido a la luz que en algunos sitios como en Aravaca y en la calle Gabriela Mistral, un radar se ha puesto hasta las botas multando

 

Mientras tanto, afirman que las emisiones de CO2 fijarán un nuevo récord en el 2023 (en torno a 40,9 gigatoneladas) pero, mientras que se han reducido en Europa ¿dónde han aumentado?, la respuesta es fácil: China y la India que, que casualidad, son el primer y el tercer país en el ranking mundial y, por lo tanto, los principales responsables de esta aumento. En que se traduce todo lo acorado en este tipo de cumbres en nuestro día a día: la imposición del coche eléctrico. El problema es que su compra no es asequible para todos los bolsillos y además, por ejemplo, sólo en España, el 26% de la infraestructura de recarga (8.869 puntos) no están operativos. A esto, hay que sumar que se acabó el tiempo y, a partir del 1 de enero, los coches sin etiqueta de la DGT o los llamados “etiqueta A”, no podrán circular por ninguna vía de Madrid, a menos que estuvieran domiciliados y empadronados antes de 2022, excepción que terminará el 1 de enero de 2025. Eso sí, que alguien me explique como es posible que recientemente, miembros de Greenpeace pudiesen colocar de madrugada un coche destrozado en la Puerta del Sol de Madrid, cerrada al tráfico, como protesta contra los combustibles fósiles. En el fondo, lo que realmente están buscando con todas estas medidas no es otra cosa que limitar nuestros movimientos de tal manera que tener un automóvil se acabe convirtiendo en un lujo no apto para la gran mayoría de los ciudadanos.

 

Estos días estamos asistiendo a una auténtica farsa y no, no me refiero al tema de la amnistía, que también, sino al COP28 o, lo que es lo mismo, la Cumbre del Cambio Climático de las Naciones Unidas.  Digo esto porque para empezar, tiene lugar en  Dubai (Emiratos Árabes Unidos)  o, lo que se lo mismo, el séptimo mayor productor de petróleo. Por si esto fuese poco, el presidente de la cumbre es el sultán Al-Jaber, quien a su vez es además director ejecutivo de Adnoc, la cuarta mayor empresa de combustibles fósiles del mundo, además de ministro de Industria y Tecnología Avanzada de EAU y  representante oficial de su país ante el cambio climático

 

Por otro lado, los ayuntamientos no pueden prescindir del afán recaudatorio y así,  los automovilistas pagamos religiosamente nuestro impuesto de circulación (IVTM) así como los parquímetros cuando nos toca aparcar en las calles de Madrid (que por cierto, cada vez es más difícil pues cada vez hay más terrazas ocupando plazas). Ahora, han visto el gran chollo que tienen con la modificación del Reglamento General de Circulación que entró en vigor el 11 de mayo de 2021 por la cual, se ha reducido a 30 km/h la velocidad en aquellas calles de un único carril por sentido. Hasta ahora, habíamos visto calles en las que había carriles o, el único carril disponible con dicha limitación pintada sobre la calzada que nos avisaba de ello y, si uno lo sobrepasaba, se arriesgaba a ser multado. El problema ha venido cuando recientemente ha salido a la luz que en algunos sitios como en Aravaca y en la calle Gabriela Mistral, un radar se ha puesto hasta las botas multando a conductores que sobrepasaban los 30 km/h. El caso de la calle Gabriela Mistral, es aún más claro, pues el radar estaba puesto con fines claramente recaudatorios pues se viene de dos carriles y antes de  llegar a la zona de doble sentido, hay una señala de 50 km/h. El caso es que en menos de una semana, han puest0 más de tres multas, con casos en los que a algún vecino le han llegado hasta 8 multas. Tanto al sido el revuelo que se ha formado, que el Ayuntamiento se ha visto obligado aponer una segunda señal de 30 km/h

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Se acabó el tiempo y, a partir del 1 de enero, los coches sin etiqueta de la DGT o los llamados “etiqueta A”, no podrán circular por ninguna vía de Madrid, a menos que estuvieran domiciliados y empadronados antes de 2022, excepción que terminará el 1 de enero de 2025. Eso sí, que alguien me explique como es posible que recientemente, miembros de Greenpeace pudiesen colocar de madrugada un coche destrozado en la Puerta del Sol de Madrid, cerrada al tráfico, como protesta contra los combustibles fósiles

 

No quería terminar esta editorial sin desear a todos una feliz Navidad y un feliz 2024 que además será bisiesto