Un refrán es un dicho popular agudo y sentencioso que suele contener un consejo o una moraleja así que tras el paso de “Filomena” y tras el funesto 2020, intentemos ser un poco optimistas y que mejor manera para ello que aferrarnos al refrán que dice “año de nieves, año de bienes”. No nos queda más remedio pues los datos de 2020 no ayudan al optimismo: el año cerró con un descenso en las matriculaciones del 32,3%, con sólo 851.211 unidades matriculadas, cifra que hay que remontarse a 2014, cuando sólo se matricularon 855.308 unidades. Ni siquiera la subida del impuesto de matriculación que llegaba en enero o el fin del plan RENOVE lograron incentivar las ventas en diciembre en el que se matricularon 105.841 unidades, prácticamente las mismas que el año pasado.
Filomena ya ha pasado y tirando de otro refrán, “después de la tormenta, viene la calma” y comienza a salir el sol. Si la increíble nevada nos dejó escenas inimaginables de gente esquinado por las calles de Madrid, ahora lentamente tendremos que volver a la normalidad, aunque antes, habrá que quitar toda la nieve acumulada en las calles
El mercado de segunda mano tampoco se salvó en 2020 y cerró el año con un descenso en las ventas del 12,8% con un total de 1.963.053 unidades, tan sólo los modelos de entre tres y cinco años (los procedentes de flotas de renting en su mayoría) han sido los únicos que terminan el año en positivo, al registrar una subida del 4,5%, mientras que los modelos de menos de un año fueron los que más descendieron (25,7%) como consecuencia de que las empresas de rent a car no renovaron flota como consecuencia de la caída del turismo y, por tanto, dejaron un gran vacío en la oferta de seminuevos.
Intentemos ser un poco optimistas y que mejor manera para ello que aferrarnos al refrán que dice “año de nieves, año de bienes”. No nos queda más remedio pues los datos de 2020 no ayudan al optimismo: el año cerró con un descenso en las matriculaciones del 32,3%
Lo que no ha cambiado con el nuevo año es la irresponsabilidad de la gente y es que estos días hemos visto cómo pese a los avisos de las autoridades, incluyendo las sanitarias, cientos de personas cogieron sus coches y se subieron a la sierra madrileña colapsando la carretera de acceso a Navacerrada, obligando no ya sólo a que 350 personas tuvieron que ser evacuadas del puerto de Navacerrada debido a los retrasos en la línea habitual de autobuses, sino que además, 15 vehículos tuvieran que ser rescatados al quedarse atrapados en la carretera, muchos de ellos sin cadenas o con sus SUV’s pensando que a ellos la nueve o el hielo no les iba a afectar.
Ni siquiera la subida del impuesto de matriculación que llegaba en enero o el fin del plan RENOVE lograron incentivar las ventas en diciembre en el que se matricularon 105.841 unidades, prácticamente las mismas que el año pasado
Filomena ya ha pasado y tirando de otro refrán, “después de la tormenta, viene la calma” y comienza a salir el sol. Si la increíble nevada nos dejó escenas inimaginables de gente esquinado por las calles de Madrid, ahora lentamente tendremos que volver a la normalidad, aunque antes, habrá que quitar toda la nieve acumulada en las calles (nieve que pasará a ser hielo en breve con las bajas temperaturas que se anuncian) y de los coches, alguno de los cuales están abandonados en calles o carreteras, de esos, que pese a la nevada que estaba cayendo, salieron a circular, unos por que volvían a sus casa y otros por hacer la gracia, pero España es así, pasamos de acabar con el papel higiénico en los lineales, a los forros polares…. Por cierto, recordamos a todos que el Covid-19 sigue ahí fuera y que los contagios no dejan de subir, así que desde estas líneas pedimos precaución y sentido común, ahora que dicen estamos ante la tercera ola y por cierto, ¡feliz año a todos!