El 8 de junio de 1948 es una fecha histórica para Porsche, pues ese día, el 356 “Nº 1” Roadster se convirtió en el primer automóvil con el nombre de Porsche en recibir su permiso de circulación. 75 años más tarde, Porsche ha presentado el Mission X, un concept car de hypercar diseñado con la intención de fabricarlo en serie y, que recoge el testigo de los deportivos icónicos de décadas pasadas, como el 959, el Carrera GT y el 918 Spyder.
Una ligera cúpula de cristal con un exoesqueleto de plástico reforzado con fibra de carbono se extiende sobre ambos ocupantes, mientras que las puertas de estilo Le Mans fijadas a los pilares A y al techo, se abren hacia delante y hacia arriba, como en el Porsche 917. Su firma lumínica de LED es una reinterpretación del característico gráfico de cuatro puntos de Porsche, pero inspirada en modelos de históricos de competición, como el Porsche 906 o el 908
El Mission X es un hypercar relativamente compacto gracias a sus medidas: 4,5 metros de largo, 2 metros de ancho, una altura inferior a 1,2 metros y, una distancia entre ejes de 2,73 metros, medidas similares a las del Porsche Carrera GT o el 918 Spyder. Su diseño nos recuerda al actual 963 LMDh que participa en el WEC y en IMSA y su carrocería es de color Rocket Metallic con elementos de diseño de tejido de carbono barnizados en un acabado satinado y ligeramente coloreados. Por motivos aerodinámicos (el Mision X está concebido para tener más apoyo aerodinámico que el 911 GT3 RS actual), lleva ruedas de diferente tamaño, con llantas de 20” delante y de 21” detrás que, además, están dotadas de aeroblades casi transparentes, con forma de turbina, para lograr una mejor refrigeración del sistema de frenos.
Su batería estará ubicada en el centro, detrás de los asientos, posición que ayudará al reparto de pesos, una batería que además, ofrecerá una capacidad de carga significativamente mejorada con su sistema de 900 voltios y será aproximadamente el doble de rápido que en el actual Porsche Taycan Turbo S
Una ligera cúpula de cristal con un exoesqueleto de plástico reforzado con fibra de carbono se extiende sobre ambos ocupantes, mientras que las puertas de estilo Le Mans fijadas a los pilares A y al techo, se abren hacia delante y hacia arriba, como en el Porsche 917. Su firma lumínica de LED es una reinterpretación del característico gráfico de cuatro puntos de Porsche, pero inspirada en modelos de históricos de competición, como el Porsche 906 o el 908. Su parte trasera se caracteriza por una unidad luminosa que parece flotar, donde destacan las letras Porsche transparentes e iluminadas. La escultural luz trasera emerge, como suspendida en el aire, de una moderna estructura de soporte y se extiende por toda la anchura del vehículo en cuatro segmentos y, mientras se carga, la “E” de las letras Porsche parpadea. Por último, el escudo de Porsche presente en el capó, el volante y, en versión monocroma, en las llantas, se ha modernizado y ahora presenta un precioso cepillado, una estructura de panal tridimensional, un caballo heráldico renovado y un color dorado más sutil.
De su motor, sólo sabemos que estará equipado con un sistema de propulsión eléctrico eficiente y de altas prestaciones con el que Porsche busca crear el coche homologado para carretera más rápido en Nürburgring Nordschleife, con una relación entre potencia y peso de apenas un caballo por kilogramo
Su interior está claramente orientado hacia el conductor, sus asientos fabricados en plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP) con cinturones de seguridad de seis puntos integrados en el chasis monocasco, son de diferente acabado para al conductor y para el acompañante: el del conductor es de color gris Kalahari y forma una sola unidad cromática con la consola central y el salpicadero, mientras que el del acompañante es de color marrón Andalucía. Su volante, inspirado en la competición, está abierto por la parte superior y cuenta con interruptores, así como las levas de cambio. En el lado del acompañante, el Mission X cuenta con un sistema integrado de fijación en el salpicadero en el que se puede fijar un módulo con un cronómetro de pantalla analógica y digital para cronometrar tanto en circuito como en rally. Por último, su interior cuenta con varias cámaras para grabar cuando el conductor pulsa el botón REC del mando multifunción.
El Mission X es un hypercar relativamente compacto gracias a sus medidas: 4,5 metros de largo, 2 metros de ancho, una altura inferior a 1,2 metros y, una distancia entre ejes de 2,73 metros, medidas similares a las del Porsche Carrera GT o el 918 Spyder. Su diseño nos recuerda al actual 963 LMDh que participa en el WEC y en IMSA y su carrocería es de color Rocket Metallic con elementos de diseño de tejido de carbono barnizados en un acabado satinado y ligeramente coloreados
De su motor, sólo sabemos que estará equipado con un sistema de propulsión eléctrico eficiente y de altas prestaciones con el que Porsche busca crear el coche homologado para carretera más rápido en Nürburgring Nordschleife, con una relación entre potencia y peso de apenas un caballo por kilogramo. Su batería estará ubicada en el centro, detrás de los asientos, posición que ayudará al reparto de pesos, una batería que además, ofrecerá una capacidad de carga significativamente mejorada con su sistema de 900 voltios y será aproximadamente el doble de rápido que en el actual Porsche Taycan Turbo S.
El 8 de junio de 1948 es una fecha histórica para Porsche, pues ese día, el 356 “Nº 1” Roadster se convirtió en el primer automóvil con el nombre de Porsche en recibir su permiso de circulación. 75 años más tarde, Porsche ha presentado el Mission X, un concept car de hypercar diseñado con la intención de fabricarlo en serie y, que recoge el testigo de los deportivos icónicos de décadas pasadas, como el 959, el Carrera GT y el 918 Spyder
