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De repente, un extraño. Polestar irrumpe en el escenario y ya nos permite comprar un eléctrico de lujo de hasta 476 caballos cuya versión Performance acelera de 0 a 100 Km/h en 4.4 segundos. Con materiales y acabados de calidad, con ajustes buenos y con un sonido sordo de intermitentes que enamora. Hablamos de un coche casi de carreras que no quema combustible ni emite carbono durante la marcha, un pura sangre etiqueta 0 de los que aparcan gratis en la zona verde. Con amortiguadores Öhlins Dual Flow capaces de ofrecer hasta 22 posiciones de regulación y con pinzas de freno Brembo doradas y gigantes que se ven desde la acera de enfrente. Con un equipo de música también de lujo.
Lo peor del Polestar 2 es que el túnel central ocupa un espacio considerable entre las piernas del pasajero central. Detrás, no sobra sitio para tres personas en comparación con otros coches de longitud similar. El auto comparte plataforma con el Volvo XC 40. El precio del coche es alto y supera los 53.000 euros si elegimos tracción integral
En cuanto a la autonomía, hace tiempo que aprendí que la de un eléctrico puro depende estrictamente de cuánto pueda uno gastar en la compra de un automóvil: de la inversión en baterías capaces. La duración en marcha de este coche con dos motores será más que razonable… pero dependerá de propia habilidad de usted en conducción ecológica. Los coches eléctricos tienen una autonomía, pero los conductores también. Le he sacado a una carga completa de este automóvil más de 400 kilómetros… pero lo más probable será que usted no lo consiga: soy un probador profesional que ha hecho cursos de conducción verde. Entiendo que, cuando aspiramos a durar más tiempo sin pasar por el enchufe, debemos ser conservadores. En un eléctrico de alta eficacia como este, dependemos de las recuperaciones. De intentar no frenar casi nunca, sino retener para recuperar energía. De mantener cruceros bajos y renunciar a grandes aceleraciones. De conducir mentalizado y conociendo la técnica del pilotaje ecológico. Alguno se preguntará para qué queremos entonces un automóvil de altísimas prestaciones, pero estrictamente eléctrico. Cada uno debe reflexionar: si usted quiere un eléctrico de primer nivel, ya no hay solamente una marca que nos viene a la cabeza.
Hablamos de un coche casi de carreras que no quema combustible ni emite carbono durante la marcha, un pura sangre etiqueta 0 de los que aparcan gratis en la zona verde
Lo peor del Polestar 2 es que el túnel central ocupa un espacio considerable entre las piernas del pasajero central. Detrás, no sobra sitio para tres personas en comparación con otros coches de longitud similar. El auto comparte plataforma con el Volvo XC 40. El precio del coche es alto y supera los 53.000 euros si elegimos tracción integral. El maletero delantero sirve para dejar los cables y en el trasero también se agradecería algo más de espacio para cuando viaje una familia de cinco personas. El techo panorámico es enorme, deja pasar mucha luz y opera visualmente como la cristalera de un edificio moderno. Y lo mejor de todo es la inaudita respuesta al acelerador: más que un pisotón, es una patada. Lógicamente, cuanto más aplicamos prestaciones de ensueño… menor autonomía.
En cuanto a la autonomía, hace tiempo que aprendí que la de un eléctrico puro depende estrictamente de cuánto pueda uno gastar en la compra de un automóvil: de la inversión en baterías capaces. La duración en marcha de este coche con dos motores será más que razonable… pero dependerá de propia habilidad de usted en conducción ecológica. Los coches eléctricos tienen una autonomía, pero los conductores también. Le he sacado a una carga completa de este automóvil más de 400 kilómetros
