Tras la reciente presentación del Audi skysphere concept, Audi acaba de presentar en el IAA 2021 el grandsphere concept, el segundo de los tres concept cars “sphere” con los que Audi pretender mostrar cómo serán en el futuro su gama de coches eléctricos y en los que el término “sphere” pone de manifiesto que su corazón es siempre el interior.
Sus dos motores eléctricos situados uno en cada eje, que ofrecen tracción quattro en función de las necesidades. desarrollan una potencia de 530 kW (720 CV) y un par motor de 960 Nm, lo que le permite acelerar de 0 a 100 Km/h en 4 segundos. Además, gracias a un módulo de baterías situado entre los ejes de 120 kWh, su autonomía es de 750 km
Una berlina con aspecto de GT
En esta ocasión se trata de una berlina de 5,35m de longitud, 2m de anchura, 1,39m de altura y con una distancia entre ejes de 3,19m (superior a la de la versión de carrocería larga del actual Audi A8). Pero aún más sorprendente que lo que sugieren estas cifras es la impresión visual que causa al verlo por primera vez: el Audi grandsphere no se parece en nada a una berlina tradicional, sino más bien a un GT de cuatro puertas con una silueta muy marcada que procede directamente del túnel de viento y lo hace prescindiendo de cualquier adorno superfluo, entre ellos, los tiradores de las puertas o los espejos retrovisores que son sustituidos por cámaras.
El Audi grandsphere es un 2+2 plazas, con un asiento acolchado para dos ocupantes integrado en la parte trasera que incluye un reposabrazos que rodea el lateral, mientras que las dos butacas delanteras están diseñadas para ofrecer un confort y un espacio de primera clase
Cuenta con un voladizo corto, un capó plano y un parabrisas que se proyecta muy hacia delante como límite superior del amplio habitáculo. Sin embargo, a diferencia de muchos coches eléctricos, no tiene un aspecto futurista, sino que enfatiza los ideales de belleza tradicionales. En su frontal destaca su innovadora interpretación de la parrilla Singleframe retroiluminada con forma de hexágono plano así como sus grupos ópticos de forma estilizada que, al igual que en la parte trasera, parece que nos están mirando. Sus llantas de 23”, recuerdan a un icono de los años 90: el Audi Avus. Al mismo tiempo, los seis radios dobles señalan la construcción ligera y la estabilidad, recordando las ruedas funcionales utilizadas en competición y la tradición de la Bauhaus en el diseño de la marca.
Diseñado desde el interior para su disfrute
A su espacioso interior se accede mediante unas puertas invertidas (el Audi grandsphere carece de pilar B) que se abren gracias a un innovador sistema de identificación que nos da la bienvenida con pantallas y luz ambiental individualizadas. La posición del conductor y del acompañante se detecta automáticamente, al tiempo que se adopta el ajuste de una serie de características de confort personal para cada uno de ellos, como la climatización y los asientos. De manera automática, el sistema de infoentretenimiento accede a los servicios que los ocupantes han utilizado más recientemente y los pone de nuevo en funcionamiento.
El grandsphere concept, el segundo de los tres concept cars “sphere” con los que Audi pretender mostrar cómo serán en el futuro su gama de coches eléctricos y en los que el término “sphere” pone de manifiesto que su corazón es siempre el interior
El Audi grandsphere es un 2+2 plazas, con un asiento acolchado para dos ocupantes integrado en la parte trasera que incluye un reposabrazos que rodea el lateral, mientras que las dos butacas delanteras están diseñadas para ofrecer un confort y un espacio de primera clase. Gracias a su nivel 4 de conducción automatizada el volante y los pedales desaparecen, transformando su interior en un amplio salón con una sensación de gran amplitud, reforzada por las grandes superficies acristaladas, el gran parabrisas y el techo transparente.
Gracias al MMI touchless response situado en el revestimiento interior de la puerta es posible controlar varios menús de funciones independientemente de la posición del conductor. Así, si éste está conduciendo, lo puede hacer de forma háptica a través de un mando giratorio y distintos botones, y hacer clic en los diferentes niveles, pero si el conductor reclina el asiento muy hacia atrás durante el modo de conducción autónoma, se utiliza una combinación de un sistema de seguimiento ocular con control gestual
Una de las sorpresas al acceder a su interior, es que antes de activar las funciones de conducción, no se ve ni la instrumentación, ni las pantallas (es lo que se llama “desintoxicación digital”). En su lugar hay zonas claramente articuladas y de tacto suave y sedoso, con materiales de la más alta calidad. La madera y la lana, los tejidos textiles sintéticos y el metal utilizado como revestimiento de paneles, asientos y moqueta son agradables a la vista y al tacto. Todo esto cambia con sólo tocar el interior, momento en el cual cobra vida y aparecen las pantallas pero en forma de proyecciones sobre las superficies de madera bajo el parabrisas. Dependiendo del modo de conducción (manual o autónoma de nivel 4) están distribuidas por todo el ancho del interior o segmentadas para el conductor y el acompañante. Toda la información necesaria durante el viaje se ofrece en alta resolución y se puede consultar con precisión. Como alternativa, en el modo de conducción automatizada las superficies de proyección también se pueden utilizar como pantallas CinemaScope para la proyección de contenidos de infoentretenimiento o incluso como pantallas para videoconferencias.
Portada » Audi grandsphere concept, la berlina de lujo del futuro
Se trata de una berlina de 5,35m de longitud, 2m de anchura, 1,39m de altura y con una distancia entre ejes de 3,19m (superior a la de la versión de carrocería larga del actual Audi A8). Pero aún más sorprendente que lo que sugieren estas cifras es la impresión visual que causa al verlo por primera vez: el Audi grandsphere no se parece en nada a una berlina tradicional, sino más bien a un GT de cuatro puertas
Gracias al MMI touchless response situado en el revestimiento interior de la puerta es posible controlar varios menús de funciones independientemente de la posición del conductor. Así, si éste está conduciendo, lo puede hacer de forma háptica a través de un mando giratorio y distintos botones, y hacer clic en los diferentes niveles, pero si el conductor reclina el asiento muy hacia atrás durante el modo de conducción autónoma, se utiliza una combinación de un sistema de seguimiento ocular con control gestual, que le permite manejar el sistema de la misma forma sin necesidad de tocar nada
720 CV con tracción quattro y hasta 750 Km de autonomía
El Audi grandsphere está equipado con dos motores eléctricos situados uno en cada eje, que ofrecen tracción quattro en función de las necesidades. En conjunto, estos dos motores desarrollan una potencia de 530 kW (720 CV) y un par motor de 960 Nm, lo que le permite acelerar de 0 a 100 Km/h en 4 segundos. Además, gracias a un módulo de baterías situado entre los ejes de 120 kWh, su autonomía es de 750 km (en función del sistema de propulsión y la potencia seleccionados). Gracias a su batería con tecnología de carga de 800 voltios (al igual que el Audi e-tron GT), es posible recargarla hasta 270 kW, con lo que en sólo diez minutos de carga se consigue una autonomía de 300 Km kilómetros, y en menos de 25 minutos se puede cargar del 5 al 80 por ciento de su capacidad.
Toda la información necesaria durante el viaje se ofrece en alta resolución y se puede consultar con precisión. Como alternativa, en el modo de conducción automatizada las superficies de proyección también se pueden utilizar como pantallas CinemaScope para la proyección de contenidos de infoentretenimiento o incluso como pantallas para videoconferencias
Por último, el Audi grandsphere concept dispone de suspensión activa, que permite subir o bajar cada rueda por separado en milisegundos mediante actuadores electromecánicos. Esto permite controlar de forma activa el estado del chasis en cada situación de conducción y, de esta manera, reducir considerablemente los movimientos de cabeceo de la carrocería al acelerar o al frenar. Gracias a la cámara frontal, que reconoce los desniveles del pavimento, los ajustes se producen de forma predictiva. Los datos topográficos del sistema de navegación también se utilizan para integrar en la proyección del sistema los radios de giro de las curvas, las pendientes y las posibles inclinaciones.