A finales del año pasado, Volkswagen presentaba la octava generación del Golf, el modelo más emblemático de la marca, como lo demuestra le hecho de que desde su lanzamiento en 1974, lleva acumuladas más de 35 millones de unidades vendidas. Ahora, llega al mercado su acabado deportivo, el R-Line con una serie de elementos estéticos exteriores e interiores que refuerzan su deportividad.
Empezando por su exterior, el acabado R-Line se distingue fácilmente por su renovada parrilla central sobredimensionada, que le otorga al frontal un aspecto distintivo
Empezando por su exterior, el acabado R-Line se distingue fácilmente por su renovada parrilla central sobredimensionada, que le otorga al frontal un aspecto distintivo. Incluye el “Face Light”, una exclusiva y delgada tira luminosa de LED’s que recorre el frontal del coche a la altura del logo de Volkswagen, uniendo los dos faros delanteros y actuando como elemento diferenciador. Además, cuenta con faros LED Performance con luz de curva y tren de rodaje deportivo. En cuanto a su interior, este acabado incluye asientos deportivos con apoyacabezas integrados de tipo baquet, así como un volante deportivo multifunción de cuero con controles táctiles, pedales de acero inoxidable cepillado e inserciones decorativas en tablero de instrumentos. Por último, opcionalmente, se pueden elegir dos paquetes de equipamiento: el paquete “Vision”, que incluye faros inteligentes LED Matrix IQ.Light con Dynamic Light Assist y el paquete “Confort”, que incorpora con el avanzado sistema de sonido Harman Kardon de 480 W, con 9 altavoces y subwoofer, además del sistema de cierre y arranque sin llave Keyless Advanced.
