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¿Por qué ahora impactan menos insectos en los parabrisas?

¿Por qué ahora impactan menos insectos en los parabrisas?

Llegar al destino veraniego tras un largo viaje y tener el parabrisas repleto de insectos siempre ha sido un clásico del verano. Pero muchos conductores se han dado cuenta de que cada vez hay menos insectos muertos en su coche cuando llegan de viaje, en lo que ha venido a denominarse “el fenómeno del parabrisas”. Para explicar esta sensación subjetiva se han hevcho varios estudios  ¿La aerodinámica de los coches modernos hace que se estrellen menos insectos en el parabrisas o es que simplemente su población está disminuyendo en Europa?

 

Factores espaciales y temporales

 

Jason Weintraub, director de la de la colección de entomología de la Academia de las Ciencias Naturales de la Universidad de Drexel, explica qué factores inciden en el número de insectos que chocan contra un parabrisas. “Básicamente, depende de la ruta donde conduces (si hay en ella hábitats de insectos voladores), la época del año (la cantidad de insectos disminuye en invierno y aumenta en el verano, principios del otoño y finales de la primavera), factores atmosféricos (las lluvias y el viento tienen una gran incidencia) y la hora del día (al atardecer hay más y por la noche buscan la luz de los faros, con las luces largas es más probable que se interpongan en el camino de un automóvil). Hay “combinaciones explosivas” de estos elementos, por ejemplo, cuando se pasa por el hábitat de una especie en la época de apareamiento o de migraciones.

 

La velocidad y la aerodinámica

 

Para Jason Weintraub, “el tipo de vehículo y la velocidad a la que circula también son factores determinantes. Es menos probable que los insectos golpeen el parabrisas cuando un vehículo viaja más lento por la física del flujo de aire alrededor del vehículo: o terminan atrapados en el flujo de aire o volando por encima del automóvil. Las formas de la parte delantera del vehículo también influyen en el porcentaje de insectos voladores que impactan la parrilla o el parabrisas, en lugar de quedar atrapados en el flujo de aire y “resbalar” por la parte superior del coche”.

John Rawlins, jefe de Zoología de Invertebrados del Museo Carnegie de Historia Natural, también sugiere que los cambios en los diseños de los vehículos y sus formas más aerodinámicas puede explicar, en parte, la menor cantidad de insectos que se estrellan contra los parabrisas.

Pero, para muchos otros expertos, las formas de los coches son un factor que tiene poca incidencia.  Scott Black, director ejecutivo de la Sociedad Xerces para la Conservación de Invertebrados de Portland (Oregón), asegura en un artículo de la revista Science1 que “soy una persona que se guía mucho por los datos, pero cuando era joven conducía un Ford Mustang Mach 1, con unas líneas aerodinámicas, y siempre estaba cubierto de insectos”. Martin Sorg, un entomólogo de la Sociedad Entomológica Krefeld, dice que “yo conduzco un Land Rover, con la aerodinámica de un frigorífico, y en verano se mantiene limpio”.

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Estudios con datos preocupantes

 

No hay demasiados estudios sobre la población de insectos no carismáticos, es decir, aquellos que no llaman la atención a la población en general. Pero los que se han realizado muestran un alarmante descenso del número de insectos. La Sociedad Entomológica de Krefeld ha medido la cantidad de insectos en más de 100 reservas naturales de Europa occidental2, usando la misma metodología, en los últimos 40 años. En 2017 publicaron un estudio histórico que describe una disminución de más del 75% de la biomasa total en ese periodo.

En 2019 se publicó otro estudio, realizado en Dinamarca en el periodo 1997-2017, que analizó la disminución de insectos utilizando los parabrisas de automóviles como método de control. Se registraron descensos entre el 80% y el 97% en varias secciones del trayecto recorrido por los automóviles. En este estudio, el efecto del tipo de automóvil sobre la abundancia de insectos muertos en el parabrisas no alcanzó relevancia estadística.

Otra investigación que se está realizando en el Reino Unido analizando las placas de matrícula de los coches, ha revelado que los impactos habían disminuido un 50% respecto a los datos de hace 15 años, pasando de 0,2 impactos por milla a 0,1. En esa investigación se han incluido coches clásicos, para ver si su forma menos aerodinámica era un factor determinante, pero no se han reflejado diferencias significativas con los coches modernos.