Estás leyendo
Unas 24 Horas de Le Mans atípicas

Unas 24 Horas de Le Mans atípicas

En los casi 100 años de historia de las 24 Horas de Le Mans, tan sólo en 1968 la prueba se retrasó de su fecha original de junio y pasó a disputarse en septiembre. Ahora, el Covid-19 ha hecho que esta mítica prueba haya tenido que aplazarse por segunda vez, y en lugar de haberse disputado los días 13 y 14 de junio como estaba previsto, tenga lugar los días 18 y 19 de septiembre. Esta cambio de fecha podría parecer algo anécdótico, pero sin embargo, tiene varias consecuencias que afectarán al desarrollo del prueba:

 

Una noche más larga

A mediados de junio, cerca del solsticio de verano,  los días son más largos en el hemisferio norte, lo que hubiese supuesto que la noche hubiese durado unas 8 horas nada más, sin embargo, con la nueva fecha, el sol se pondrá el sábado a las 8:01 p.m. y los primeros rayos no volverán a aparecer hasta el domingo a las 7:44, es decir, habrá casi cuatro horas más de oscuridad.

 

Ritmo más rápido

Más horas de oscuridad supone también que los coches ruedan más tiempo a temperaturas más bajas. Así,  un aire más frío significa más saturación de oxígeno y, en consecuencia, una combustión mejor y más eficiente de la gasolina. De tal manera que si la temperatura ambiente cae cinco grados centígrados, la potencia del motor aumenta un 1%. Por tanto, en la noche de las 24 Horas de Le Mans 2020 se podrá alcanzar un ritmo de carrera más elevado.

 

La lluvia ouede influir

Las estadísticas meteorológicas durante las últimas tres décadas muestran que las temperaturas más altas y más bajas durante el día y la noche cambian mucho de junio a septiembre. Sin embargo, los datos también muestran claramente que, aunque hay menos lluvia en septiembre, los chaparrones son más fuertes que en junio.

 

 

El sol más bajo bajo

Durante el anochecer y el amanecer en las 24 Horas de Le Mans, los pilotos tienen que luchar contra el deslumbramiento del sol. En la puesta de sol del sábado, la luz brilla sobre el parabrisas en un ángulo bajo y ciega a los pilotos, especialmente en las curvas de Indianápolis y Arnage. En el amanecer del domingo, este fenómeno sucede en la famosa zona de Tertre Rouge. Un factor a tener en cuanta y que afectará más, pues el sol estará más bajo a principios de otoño que en los meses de verano,

Cambio en la hora de la salida

Para no afectar lo menos posible al final del Tour de Francia que tendrá lugar en Paris, el 20 de septiembre, la 88ª edición delas 24 Horas de Le Mans adelanata su hora de inicio a las 14.30 y por tanto, terminará a las 14’30 horasd el domingo. Eso supone menos tiempo de descanso y mayor estrés para los equipos que tendrán sólo cuatro horas entre el final del warm-up y la salida de la carrera para completar los últimos detalles

 

Ausencia de público

Cada año, alrededor de un cuarto de millón de personas acuden a presenciar en directo las 24 Horas de Le Mans, sin embargo, este año, debido al Covid-19, las gradas estarán vacias.

 

 

La jornada de pruebas cancelada

Ver también

El test oficial de un día, que se lleva a cabo medio mes antes de la carrera y que también forma parte de la tradición de las 24 Horas de Le Mans ha sido cancelado

 

El programa más compacto

Las sesiones de entrenamientos, que hasta ahora se llevaban a cabo junto con la calificación los miércoles y jueves, ahora están programadas para el jueves (diez horas de entrenamientos libres más calificación) y el viernes (entrenamientos libres e ‘hiperpole’).

 

Adios al desfile de pilotos del viernes

Tradicionalmente, el viernes anterior a la carrera, los pilotos desfilaban por el centro de Le Mans, en un recorrido que iba desde la Place des Jacobins hasta la Place de la République, pero este año, debido al Covid-19 y a las restricciones, ha sido cancelado.