Dakar 2024: Sainz agranda su leyenda logrando su cuarto “tuareg”
El Dakar es sin duda el rally más duro, un rally que pone que pone a prueba tanto a la maquina como al hombre, llevándoles hasta sus límites de resistencia y, por ello, acabar un Dakar es ya de por sí una gran victoria y ganarlo, está sólo al alcance de unos pocos. Sainz ya lo había logrado en tres ocasiones anteriores (2010, 2018 y 2020) victorias logradas a demás con tres marcas diferentes (Volkswagen, Peugeot y Mini). Tras terminar tercero en 2022 y tener que abandonar en 2023, esta era la última oportunidad que tenía para logarlo con el Audi RS Q e-tron, pues el programa de Audi era de sólo tres años. En una edición donde los favoritos fueron perdiendo sus opciones de lucha por la victoria a medida que se complicaba la carrera, Sainz y su copiloto Cruz no fallaron y, salvo los pinchazos de la décima etapa que les obligaron a esperar la llegada de Ekström para que le dejase sus ruedas, jugaron con éxito la carta de la estrategia, sin importarles el hecho de no ganar etapas. Así, tras 12 etapas con 4.600 kilómetros cronometrados y un total de 7.883 kilómetros recorridos, llegaron a Yanbu con una ventaja de 1 hora y 20 minutos sobre el segundo clasificado, el Toyota GR DKR Hilux del equipo Overdrive de Guillaume de Mevius.
La décima etapa fue la única en la que Sainz vio peligrar su cuarta victoria en el Dakar y es que, el español se tuvo que parar en el kilómetro 248 tras sufrir un tercer pinchazo y tuvo que esperar la llegada de Ekstrom para que le dejase sus ruedas y poder seguir. Afortunadamente para él, Loeb también perdía tiempo por culpa de dos pinchazos y por problemas con el gato hidráulico a pesar de lo cual, recortaba 7 minutos al español
Pero Sainz-Cruz no fue la única victoria española en esta edición: Cristina Gutiérrez y su copiloto Pablo Moreno se impusieron en la categoría Challenger tras remontar veinticinco minutos a Mitch Guthrie en la última etapa, convirtiéndose así en la primera piloto española en ganar el Dakar y, la segunda mujer en lograrlo tras la victoria absoluta de la alemana Kleinschmidt en 2001. Además, la pareja Sataolalla/Rosa con un Toyota Land Cruiser se impusieron en la categoría Classic. También hay que destacar a Laia Sanz y Maurizio Gerini del equipo Astara, que finalizaron en la 15ª posición y terceros en la categoría de dos ruedas motrices. Peor le fueron las cosas a Nani Roma y Alex Haro que tuvieron que abandonar por problemas de motor en su Ford Ranger en la séptima etapa si bien, pudieron reemprender la marcha y llegar a al final de carrera. La mala noticia de esta edición también tuvo sabor español: la muerte del piloto de motos Carles Falcón que, tras sufrir un fuerte accidente en la segunda etapa, tuvo que ser trasladado en helicóptero en coma inducido y, posteriormente en un avión medicalizado a Barcelona, donde permaneció ingresado en la UCI hasta su fallecimiento.
Así pues, tras la etapa maratón, el principal enemigo de Sainz pasó a ser Loeb, que optó por arriesgar para recortar la ventaja del piloto español a sólo 19 minutos en la séptima etapa que, en la octava se amplió hasta los 24 minutos por un error de navegación
Tras la etapa prólogo en la que, al igual que el año pasado, se impuso Ekstrom y, donde Sainz optó por un tiempo discreto para salir retrasado, ya en la primera etapa el piloto español se puso segundo con más de 20 minutos de ventaja sobre Loeb y Al-Attiyah. Un día después, Peterhansel daba otra alegría a Audi al lograr su 50ª victoria en esta prueba, igualando así el récord de Ari Vatanen, mientas que Sainz pasaba a liderar la prueba con casi dos minutos de ventaja sobre el Prodrive de Al Rajhl y, algo más de cuatro minutos sobre Loeb, que subía la tercera posición. Sin embargo, poco la duraría el liderato, pues al día siguiente y, tras un en el que apunto estuvo de volcar, Al Rajhl pasó a ser el nuevo líder, pero por sólo 29 segundos, en una etapa en al que Moraes lograba la primera victoria para Toyota. La ventaja de Al Rajhl sobre Sainz aumentó en la cuarta etapa hasta los cuatro minutos y medio, en gran parte debido a que el español perdió tiempo detrás de un Toyota, pero sin duda, la quinta etapa fue clave en el desarrollo de la prueba, pues era la etapa previa a la temida etapa maratón de 48 horas. Al-Attiyah se la jugó y ganó la etapa a pesar de que sabía que eso le supondría tener que abrir pista al día siguiente, una victoria que además le sirvió para pasar a Sainz y situarse segundo, a nueve minutos de Al Rajhl. Por su parte, Sainz siguió jugando sus cartas y no le importó quedar 26º en la etapa, donde el principal perjudicado fue Loeb, que bajó a la novena posición, a 43 minutos de Al Rajhl, tras recibir una penalización de 15 minutos por perderse un waypoint.
La sorpresa saltaba en el kilómetro 132 de la penúltima etapa: Loeb se paraba por una una rotura en la horquilla delantera derecha tras un aterrizaje brusco, pero afortunadamente para él, el equipo YunXiang China (también con un Hunter Prodrive) le rescató y logró llegar a la meta, pero habiendo perdido más de una hora y cuarto con Sainz
La etapa maratón sentó las bases de la victoria de Sainz, pues en la primera parte, Al Rajhi sufrió un tras un accidente en el kilómetro 51, Al-Attiyah sufrió abriendo pista, lo que le hizo perder más 24 minutos con Sainz, mientras que Peterhansel decía adiós a sus opciones de intentar luchar por la victoria debido aun problema con el gato hidráulico tras un pinchazo, lo que le hizo perder mucho tiempo. En la segunda parte de la etapa maratón, Loeb logró la victoria, mientas que Sainz, que fue segundo, pasaba a tener más de 20 minutos sobre Ekstrom, aunque sin duda, la noticia estuvo en los problemas que sufrió Al Attiyah en el km 530 tras romper un cojinete de la dirección. Así pues, tras la etapa maratón, el principal enemigo de Sainz pasó a ser Loeb, que optó por arriesgar para recortar la ventaja del piloto español a sólo 19 minutos en la séptima etapa que, en la octava se amplió hasta los 24 minutos por un error de navegación. Al Attiyah tenía que abandonar tras la rotura de motor de su Hunter en el km 62, que le obligó a ser remolcado y, aunque se reenganchó para salir al día siguiente, en el km 1 de la etapa 9, una avería en la dirección asistida le hizo abandonar definitivamente, mientras que Loeb, volvía a ganar la etapa y recortaba cuatro minutos a Sainz.
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Sainz-Cruz no fue la única victoria española en esta edición: Cristina Gutiérrez y su copiloto Pablo Moreno se impusieron en la categoría Challenger tras remontar veinticinco minutos a Mitch Guthrie en la última etapa, convirtiéndose así en la primera piloto española en ganar el Dakar y, la segunda mujer en lograrlo tras la victoria absoluta de la alemana Kleinschmidt en 2001. Además, la pareja Sataolalla/Rosa con un Toyota Land Cruiser se impusieron en la categoría Classic. También hay que destacar a Laia Sanz y Maurizio Gerini del equipo Astara, que finalizaron en la 15ª posición y terceros en la categoría de dos ruedas motrices
La décima etapa fue la única en la que Sainz vio peligrar su cuarta victoria en el Dakar y es que, el español se tuvo que parar en el kilómetro 248 tras sufrir un tercer pinchazo y tuvo que esperar la llegada de Ekstrom para que le dejase sus ruedas y poder seguir. Afortunadamente para él, Loeb también perdía tiempo por culpa de dos pinchazos y por problemas con el gato hidráulico a pesar de lo cual, recortaba 7 minutos al español que, a falta de dos etapas, contaba ya con sólo 13 minutos de ventaja. La sorpresa saltaba en el kilómetro 132 de la penúltima etapa: Loeb se paraba por una una rotura en la horquilla delantera derecha tras un aterrizaje brusco, pero afortunadamente para él, el equipo YunXiang China (también con un Hunter Prodrive) le rescató y logró llegar a la meta, pero habiendo perdido más de una hora y cuarto con Sainz, tercero en la etapa después de haber aflojado cuando vio que ya no era necesario tomar más riesgos, pese a que sus compañeros Ekstrom y Peterhansel iban pendientes por si era necesario ayudarle. En la última etapa no hubo más sorpresas y Sainz, 17º, ganaba su cuarto Dakar con una hora y veinte minutos de ventaja sobre el Toyota de De Mevius mientras que, la victoria de Loeb. le permitió al menos, asegurarse la tercera posición.
Tras terminar tercero en 2022 y tener que abandonar en 2023, esta era la última oportunidad que tenía para logarlo con el Audi RS Q e-tron, pues el programa de Audi era de sólo tres años. En una edición donde los favoritos fueron perdiendo sus opciones de lucha por la victoria a medida que se complicaba la carrera, Sainz y su copiloto Cruz no fallaron y, salvo los pinchazos de la décima etapa que les obligaron a esperar la llegada de Ekström para que le dejase sus ruedas, jugaron con éxito la carta de la estrategia, sin importarles el hecho de no ganar etapas