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Editorial junio 2023

Editorial junio 2023

  • Tras las recientes elecciones autonómicas y municipales, el Gobierno nos ha premiado unas elecciones Generales en pleno verano, con lo que empalmaremos una campaña electoral con otra y con los partidos haciendo su particular “operación triunfo” para confeccionar sus listas, todo ello con la mente puesta en las vacaciones

Tras las recientes elecciones autonómicas y municipales, el Gobierno nos ha premiado unas elecciones Generales en pleno verano, con lo que empalmaremos una campaña electoral con otra y con los partidos haciendo su particularoperación triunfo” para confeccionar sus listas, todo ello con la mente puesta en las vacaciones. Mientras tanto, la eurozona ha entrado en recesión técnica al haber visto como Producto Interior Bruto bajó un 0,1 % en dos trimestres consecutivos, en gran parte motivado por la caída del 0,3% de la economía alemana en el primer trimestre del año. Obviamente, nuestras cifras aún están muy lejos no ya sólo de las alemanas, sino también de las del resto de los países europeos y es que, aún estamos intentado recuperar los niveles preCovid. A esto hay que añadir la reciente subida (la octava consecutiva) del 0,25% del tipo de interés, que se sitúa ya en el 4% que ha decidido aplicar el BCE ante una inflación que sigue descontrolada. Así pues, no es de extrañar que en España, el pasado mes de mayo, el canal de particulares fue el que menos creció en las matriculaciones de turismos. Pero aquí no queda la cosa y es que, el precio de los carburantes en España acumula ya tres semanas consecutivas al alza.

 

La ciudad francesa de Lyon ya ha aprobado la entrada en vigor de nuevos tramos tarifarios que penalizarán a los vehículos más pesados, incluyendo a los eléctricos, medida que entrará en vigor en 2024. Así pues, no sería de extrañar que esta medida se extienda como la pólvora a otras ciudades, entre ellas, las españolas

 

Mientras tanto, nuestro presidente dice la economía española “va como una moto”, pero hay una serie de datos que le contradicen como, por ejemplo, Índice de Producción Industrial (IPI), que ha caído un 4% interanual en abril, es decir 9,4 puntos menos que en marzo, su mayor retroceso desde enero de 2021, mientras que en términos mensuales (abril sobre marzo) y dentro de la serie corregida, la producción industrial descendió un 1,8%, su mayor caída mensual desde marzo de 2022, cuando retrocedió un 2,7%. Por otro lado, si bien es cierto que la inflación del pasado mes de mayo se contuvo al quedarse en el 3,2%, la subyacente está en el 6,1%, con los alimentos subiendo un 12% y, eso que recientemente, el Gobierno ha confirmado que mantendrá la rebaja del IVA de los alimentos básicos y otras medidas anticrisis de próxima caducidad “si persisten situaciones de anormalidad en la inflación”.

 

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Mientras tanto, la eurozona ha entrado en recesión técnica al haber visto como Producto Interior Bruto bajó un 0,1 % en dos trimestres consecutivos, en gran parte motivado por la caída del 0,3% de la economía alemana en el primer trimestre del año. Obviamente, nuestras cifras aún están muy lejos no ya sólo de las alemanas, sino también de las del resto de los países europeos y es que, aún estamos intentado recuperar los niveles preCovid

 

Por otro lado, mientras que los Gobiernos siguen apostado por la electrificación del automóvil que, en el fondo lo que buscan es que no tengamos un coche, como lo demuestra lo que se nos avecina: un nuevo tipo de tasa en función del tamaño que ocupen los automóviles, medida que buscaría desincentivar la adquisición y utilización de coches grandes, dado que ocupan más espacio en las ciudades a la hora de circular o aparcar y, por lo tanto, deberían pagar más. La ciudad francesa de Lyon ya ha aprobado la entrada en vigor de nuevos tramos tarifarios que penalizarán a los vehículos más pesados, incluyendo a los eléctricos, medida que entrará en vigor en 2024. Así pues, no sería de extrañar que esta medida se extienda como la pólvora a otras ciudades, entre ellas, las españolas.