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Editorial abril 2020

Editorial abril 2020

  • Pese a este calvario por el que está pasando el sector, está situación nos está permitiendo contemplar su lado más humanitario y solidario y es que, con independencia del segmento (desde marcas de lujo a marcas más populares) a nivel mundial, incluido la F1, se han volcado en luchar contra esta pandemia y han pasado de producir coches, a producir material médico como respiradores o mascarillas.

Hace un mes, desde estas líneas hicimos, por primera vez referencia al Covid-19 y lo hacíamos únicamente como avance de las posibles consecuencias económicas que podría acarrear, viendo sobre todo como comenzaba a actuar el Gobierno. Desgraciadamente, nos quedamos cortos y los datos de marzo no han podido ser peores: un descenso en las matriculaciones del 69,3%. A esto hay que sumar el hecho de que la limitación a servicios mínimos esenciales de talleres y actividades afines ha provocado una caída del 95% en su facturación y el cierre total de la actividad comercial en concesionarios y compraventas, a lo que hay que sumar el parón en las plantas de producción y así, aunque las fábricas españolas arrancasen de manera paulatina a partir del mes de abril, serán necesarios meses para volver a plena producción.

 

La gran incógnita es saber qué pasará una vez se levante el estado de alarma, pero está claro que costará mucho tiempo en volver a la normalidad, a esa rutina que muchas veces detestábamos pero que ahora echamos de menos

 

Como es lógico, esta situación tiene un impacto importantisimo en el empleo, pues se calcula que al menos unos 350.000 empleados del sector (entre fabricantes, componentes y distribución) se han visto afectados por un ERTE para paliar el impacto negativo de la parada de actividad. Cabe recordar que el sector de la automoción representa el 10% del PIB y el 9% del empleo en España, es uno de los sectores industriales de mayor peso específico, inversión y empleo del país y es clave en la exportación y en la balanza comercial, por lo que el sector está reclamando ya un PLAN DE CHOQUE NACIONAL de apoyo al sector.

 

Los datos de marzo no han podido ser peores: un descenso en las matriculaciones del 69,3%. A esto hay que sumar el hecho de que la limitación a servicios mínimos esenciales de talleres y actividades afines ha provocado una caída del 95% en su facturación y el cierre total de la actividad comercial en concesionarios y compraventas, a lo que hay que sumar el parón en las plantas de producción

 

Sin embargo, pese a este calvario por el que está pasando el sector, está situación nos está permitiendo contemplar su lado más humanitario y solidario y es que, con independencia del segmento (desde marcas de lujo a marcas más populares) a nivel mundial, incluido la F1, se han volcado en luchar contra esta pandemia y han pasado de producir coches, a producir material médico como respiradores o mascarillas e incluso, han cedido sus flotas de vehículos a varios hospitales, pero también, sabedores de la importancia que tiene hoy e día las redes sociales, trasmiten mensajes positivos y de ánimo para poder llevar mejor el cautiverio en casa y no es para menos, pues a día de hoy, llevamos ya más de 150.000 personas contagiadas y lo que es peor, más de 15.000 personas fallecidas (y estamos hablando de datos oficiales, que no oficiosos).

 

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Cabe recordar que el sector de la automoción representa el 10% del PIB y el 9% del empleo en España, es uno de los sectores industriales de mayor peso específico, inversión y empleo del país y es clave en la exportación y en la balanza comercial

 

La gran incógnita es saber qué pasará una vez se levante el estado de alarma, pero está claro que costará mucho tiempo en volver a la normalidad, a esa rutina que muchas veces detestábamos pero que ahora echamos de menos. Desde aquí, queremos también transmitir nuestro agradecimiento a todas aquellas personas que día a día siguen trabajando para que pese a esta situación, nuestro día se vea afectado lo menos posible y enviar nuestro ánimo a todas las personas que o bien se han visto contagiadas o bien han perdido a un familiar.