Cuando toda Europa temblaba ante la llegada del Brexit, ha tenido que ser un microscópico agente infeccioso, el COVID-19, más conocido como el “coronavirus” el que ha puesto en jaque no sólo a Europa, sino al Mundo entero. Las primeras consecuencias de esta enfermedad, que tuvo su origen en China, fue la cancelación del GP de China y del ePrix de Sanya (China) y cuando todo parecía que se iba a limitar a eso, a mediados de febrero se canceló el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona.
María Jesús Montero, ha afirmado que no se detecta un impacto en el “funcionamiento habitual” de la economía por el coronavirus. Vamos que estamos como en tiempos de Zapatero, que cuando toda Europa estaba en crisis, afirmaba que España estaba en la “Champions League de las economías mundiales” y así nos fue
Su rápida expansión a otros países ha superado todas las expectativas y, concretamente, en Italia, donde el coronavirus ha comenzado afectando el norte del país, la región más dinámica desde el punto de vista del consumo y la inversión, situando al país al borde de la recesión. Esta situación está poniendo en jaque a la F1, donde cabe recordar que hay tres equipos italianos a los que hay que añadir a Haas, que equipa motores Ferrari y Pirelli, el proveedor de neumáticos que se podrían ver afectados y, aunque de momento el inicio de la temporada sigue adelante, si llegado el momento hubiese algún equipo vetado o en cuarentena, Liberty Media ya ha avisado que, o todos o ninguno (cabe recordar que el GP de Qatar en la categoría Moto GP, primera prueba de la temporada ya ha sido cancelado, no así el resto de las categorías que ya estaban en el país realizando tests). Es por ello que Ferrari, con el fin de evitar contagios o posibles cuarentenas a los miembros de su equipo acaba de cancelar los tests de neumáticos de 2021 que tenía previsto realizar en el circuito de Fiorano, además, ha restringido la entrada a su fábrica a trabajadores que procedan de las regiones más al norte del país y ha cerrado los museos de Maranello y Módena.
Portada » Editorial marzo 2020
Ha tenido que ser un microscópico agente infeccioso, el COVID-19, más conocido como el “coronavirus” el que ha puesto en jaque no sólo a Europa, sino al Mundo entero
Pero si duda, la noticias más destacada ha sido la suspensión del Salón del Automóvil de Ginebra, el más importante de Europa y que este año celebraba su 90ª edición, con el consiguiente perjuicio económico que ha supuesto para las marcas, a las que no les ha quedado más remedio que reinventarse y pasarse al mundo digital, lo que ha hecho que Ginebra haya sido el primer salón virtual de la historia. Por otro lado, hay fabricantes que comienzan a tener problemas logísticos, el último de ellos en España, concretamente Volkswagen que, debido a la falta de piezas procedentes de Italia se está planteando un ERTE hasta fin de año. Ante esta situación, la OCDE pide medidas urgentes a los países al estimar que, en el escenario más adverso, el crecimiento global podría reducirse a la mitad este año y, ¿qué hace el Gobierno de España? De momento, lo único que se sabe es que no descarta medidas fiscales si el coronavirus se prolonga, aunque no ve aún impacto económico y la portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha afirmado que no se detecta un impacto en el “funcionamiento habitual” de la economía por el coronavirus. Vamos que estamos como en tiempos de Zapatero, que cuando toda Europa estaba en crisis, afirmaba que España estaba en la “Champions League de las economías mundiales” y así nos fue…